CiU da su apoyo tras ser incluidas nuevas 'garantías democráticas'
Convergència i Unió (CiU) votará a favor de la reforma de la Ley de Partidos tras pactar una serie de enmiendas al texto -'las de mayor calado y que introducen más garantías democráticas', según los nacionalistas catalanes- con el PP y PSOE. A pesar del acuerdo inicial a tres bandas, CiU quiso salvaguardar sus intereses y mantuvo sus 38 enmiendas a la ley que sólo retirará si las presentadas por socialistas y populares reflejan los términos del pacto.
No fue el único gesto de recelo por parte de los nacionalistas catalanes. También se negaron a a asistir a una rueda de prensa conjunta c...
Convergència i Unió (CiU) votará a favor de la reforma de la Ley de Partidos tras pactar una serie de enmiendas al texto -'las de mayor calado y que introducen más garantías democráticas', según los nacionalistas catalanes- con el PP y PSOE. A pesar del acuerdo inicial a tres bandas, CiU quiso salvaguardar sus intereses y mantuvo sus 38 enmiendas a la ley que sólo retirará si las presentadas por socialistas y populares reflejan los términos del pacto.
No fue el único gesto de recelo por parte de los nacionalistas catalanes. También se negaron a a asistir a una rueda de prensa conjunta con PP y PSOE -que también comparecieron por separado- para presentar públicamente el pacto. Los dirigentes de CiU querían evitar a toda costa una instantánea que, a buen seguro, hubiera levantado ampollas entre los cuadros y militantes de la federación, opuestos en su mayoría a la ley -en especial a la ilegalización de Batasuna- como quedó de manifiesto este fin de semana en el consejo nacional [máximo órgano de decisión entre congresos] de Convergència.
En esta reunión, la mayoría de cuadros convergentes -del sector moderado como Josep López de Lerma o Ignasi Guardans y del soberanista como Carles Campuzano- instaron a la cúpula a votar en contra de la ley. Jordi Pujol se limitó a 'tomar nota' de estas exigencias que, sólo dos días después, han quedado en el olvido.
CiU, según el conseller en cap, Artur Mas, y el portavoz en el Congreso, Xavier Trias, han conseguido suprimir la retroactividad de la ley; evitar la ilegalización de partidos en base a su ideología, que sea el fiscal, a instancia del Gobierno, el que promueva las ilegalizaciones y eliminar referencias a movimientos 'antisistema'.