La conquista del campo

Mujer, habitante del medio rural, sin empleo y con iniciativa. Es el perfil de persona que busca el Instituto Andaluz de la Mujer para el conjunto de cursos que está celebrando con el objetivo de ofrecerles formación para que puedan montar su propia empresa y salgan de situaciones económicas que suelen ser muy complejas. Lola Martínez, casada, con dos hijos, 37 años, habitante de Jódar (Jaén), es una de las que cumple el perfil y desde el martes participa en el curso sobre conservas vegetales que pretende desembocar en la constitución de una cooperativa formada por mujeres para aprovechar los ...

Mujer, habitante del medio rural, sin empleo y con iniciativa. Es el perfil de persona que busca el Instituto Andaluz de la Mujer para el conjunto de cursos que está celebrando con el objetivo de ofrecerles formación para que puedan montar su propia empresa y salgan de situaciones económicas que suelen ser muy complejas. Lola Martínez, casada, con dos hijos, 37 años, habitante de Jódar (Jaén), es una de las que cumple el perfil y desde el martes participa en el curso sobre conservas vegetales que pretende desembocar en la constitución de una cooperativa formada por mujeres para aprovechar los recursos naturales del entorno, esencialmente espárrago y pimiento del piquillo. Este es uno de los ocho cursos que se ofertan este año.

'Yo estoy dispuesta a todo, a empezar a montar una empresa con otras mujeres para tener nuestro propio puesto de trabajo y ver como crecen bien nuestros hijos en nuestra tierra', relata Lola Martínez a las pocas horas de comenzar esta experiencia formativa. Ya estuvo a punto de crear una empresa con otro grupo después de hacer un curso previo sobre cocina rural. Tenían la idea de explotar el castillo de Jódar mediante un restaurante en el que ofrecer comida típica de la zona, 'pero de calidad'.

El proyecto no salió, pero ahora está dispuesta a empezar otra vez, sobre todo alentada por la posibilidad de que sean mujeres las que trabajen juntas. 'Nosotras sabemos más de economía que los hombres, creo que podemos llevar un negocio mejor, porque estamos acostumbradas a que el dinero nos llegue a fin de mes', apunta Lola Martínez, que se define a si misma como inquieta e interesada por todo lo que le rodea.

En su localidad ya están funcionando dos empresas de envasado de productos hortofrutícolas. Cree que hay espacio todavía para muchas, y que ella tiene algo que decir en el mundo empresarial. 'Hay que tener mente abierta, y también pensar que se pueden traer frutas de otros lugares para tratarlas aquí, así siempre habrá trabajo', apuntó.

'Estamos viendo a mujeres con una iniciativa increíble. Están dispuestas a buscarse la vida. Son valientes y quieren trabajar en su tierra, eso les da una fuerza más que suficiente para empezar', añadió la responsable del IAM en Jaén, Natividad Redondo.

Lola Martínez tiene claro, como la mayoría de sus compañeras en el curso, de que lo esencial es tener iniciativa y algún recurso económico para empezar. Critican la lentitud en las subvenciones, por eso esta alumna tiene una consigna clara: 'A empezar, con nuestros recursos, las ayudas llegarán luego, pero no podemos estar a expensas de que nos lleguen. Yo tengo muchas ganas de hacer algo, porque estoy convencida de que funcionará'.

Otro de los cursos que se ha organizado está relacionado con la apicultura y se celebra en otra localidad de la provincia, Albanchez de Ubeda, donde existen colmenas en la actualidad y la creciente amenaza de que desaparezcan a corto plazo. Una veintena de mujeres aprende esta semana, en un programa que abarca más de 50 horas de preparación, cómo manejar y utilizar las redes de distribución para hacer de esta actividad un negocio. 'Es nuestro objetivo que un grupo de mujeres de la localidad sean capaces de poner en práctica los conocimientos que adquieren sobre apicultura y se conviertan en emprendedoras capaces de crear y buscar su propio empleo', resaltó Natividad Redondo.