La inscripción registral de las parejas de hecho podrá ser un rito público
El proyecto de ley de las parejas de hecho, aprobado por el Consejo de Gobierno el martes, posibilitará que estas uniones, sean de igual o distinto sexo, se inscriban en los registros en un acto público, que podrá estar presidido, si así lo desean, por el alcalde, un concejal o un funcionario. De esta forma, el texto amparará tanto el deseo de las parejas que opten por un trámite discreto y meramente burocrático como la de aquellas que pretendan otorgarle un simbolismo mayor mediante una especie de rito público en el que dejen constancia ante sus allegados de su deseo de mantener una relación ...
El proyecto de ley de las parejas de hecho, aprobado por el Consejo de Gobierno el martes, posibilitará que estas uniones, sean de igual o distinto sexo, se inscriban en los registros en un acto público, que podrá estar presidido, si así lo desean, por el alcalde, un concejal o un funcionario. De esta forma, el texto amparará tanto el deseo de las parejas que opten por un trámite discreto y meramente burocrático como la de aquellas que pretendan otorgarle un simbolismo mayor mediante una especie de rito público en el que dejen constancia ante sus allegados de su deseo de mantener una relación de convivencia estable.
Durante la presentación del proyecto normativo, el consejero de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, señaló que estos actos podrían desarrollarse en el mismo espacio que los ayuntamientos acondicionan para los matrimonios civiles. 'No tiene sentido diferenciar entre ambos', dijo. El texto señala, en concreto, que la constitución de una pareja de hecho se realizará con carácter general 'mediante la comparecencia personal de los interesados ante el titular del órgano encargado del registro correspondiente, o ante el alcalde, concejal o funcionario en quien delegue, en la que manifiesten su consentimiento de mantener una relación de convivencia estable'.
Otra vía abierta en el proyecto -además de la inscripción de los interesados de forma reservada- será a través de una escritura pública, donde se plasme la voluntad de constituirse en pareja de hecho. Los beneficios previstos en la futura ley para estas uniones comienzan a aplicarse al día siguiente de la inscripción en el registro.
El consejero explicó que la aprobación de esta ley, que conllevará la creación de un registro general andaluz, no implicará la desaparición de los ya existentes en numerosos municipios. Las parejas inscritas en ellos pasarán a estar registradas en el general en cuanto entre en vigor la ley y todas las nuevas altas locales se trasladarán al registro de Asuntos Sociales.
Pérez Saldaña reiteró ayer que la iniciativa legal 'llega hasta el límite mismo del techo competencial autonómico'. El consejero explicó que han preferido no traspasar dicho nivel para evitar un proceso judicial que retrasara la entrada en vigor de la ley.
Aprobación rápida
La premura del titular de Asuntos Sociales para que esté operativa es tal que planteará, a través del grupo socialista, que se apruebe en el Parlamento andaluz por lectura única antes del 15 de junio. Pérez Saldaña, que pidió 'generosidad' al PP para agilizar la aprobación, destacó el 'alto consenso' logrado durante la tramitación y recordó que se han incorporado todas las recomendaciones del Consejo Consultivo, a excepción de la propuesta para sustituir el nombre por el de ley de 'parejas estables'.
Cuando entre en vigor, los parejas de hecho, sean del sexo que sean sus integrantes, podrán acoger menores si superan la prueba de idoneidad y tener los mismos derechos que las parejas convencionales en materia educativa, sanitaria o social. La futura ley les garantizará, por ejemplo, que podrán compartir habitación en las residencias de ancianos, tanto públicas como concertadas. Sobre este punto, el consejero aseguró que la Administración retirará el concierto a aquellas entidades que nieguen este derecho a alguna pareja.
Pérez Saldaña se mostró partidario de que el Gobierno impulse las reformas del Código Civil y el Estatuto de los Trabajadores, entre otros, para equiparar a las parejas de hecho a las convencionales.