OPINIÓN DEL LECTOR

Entre la educación y la estadística

¿Queremos dar educación a los niños o solamente tenerlos escolarizados de cara a las estadísticas? La situación que se vive hoy en día en el centro de Madrid, especialmente en la zona de Lavapiés, es alarmante.

Desde hace por lo menos cinco años, la población infantil crece a un ritmo vertiginoso debido sobre todo a la llegada de inmigrantes al barrio.

Desde que comenzó esta tendencia, los responsables de educación de nuestro Gobierno y Ayuntamiento no sólo no han creado nuevas plazas escolares para los recién llegados, sino que se han cerrado colegios y se han suprimido medios e...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

¿Queremos dar educación a los niños o solamente tenerlos escolarizados de cara a las estadísticas? La situación que se vive hoy en día en el centro de Madrid, especialmente en la zona de Lavapiés, es alarmante.

Desde hace por lo menos cinco años, la población infantil crece a un ritmo vertiginoso debido sobre todo a la llegada de inmigrantes al barrio.

Desde que comenzó esta tendencia, los responsables de educación de nuestro Gobierno y Ayuntamiento no sólo no han creado nuevas plazas escolares para los recién llegados, sino que se han cerrado colegios y se han suprimido medios económicos y de personal.

La medida más 'inteligente' (y en realidad, la única) que han aplicado estos responsables es incrementar la ratio de niños por clase. En un plazo muy breve hemos pasado de 20 niños por aula a los 28 que quieren imponernos para el nuevo curso. Lo que se ve agravado por la necesidad de atención que necesitan los pequeños, que a veces no hablan el idioma o desconocen nuestras costumbres, sin mencionar la atención que necesitan los más veteranos para aceptar, comprender y acoger a sus nuevos compañeros.

¿No es una contradicción que en una zona que necesita más escuelas se cierren centros y se planee el traslado de otros, como ocurre ahora con el colegio de San Ildelfonso?

¿No es una contradicción que un Gobierno que habla de una supuesta Ley de Calidad imponga a las escuelas una normativa que perjudica enormemente a los niños?

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Evidentemente, los colegios no son un negocio, los solares que ocupan o deberían ocupar pueden destinarse a fines más lucrativos y a nadie parece interesar la calidad, la verdadera calidad, de la educación.

Ante todo esto, los ciudadanos vemos impotentes cómo nuestros hijos tienen que sufrir una regresión en la calidad de las escuelas a las que acuden, y se ven privados de su derecho a recibir una educación gratuita, libre y de calidad.

Y es una pena, porque vamos perdiendo lo poco que habíamos conseguido.

Archivado En