Columna

Momias de papel

Lo malo de dejar tareas pendientes es que luego llega otro y las acaba a su manera o decide enterrarlas. Por eso fue una pena, por ejemplo, que el PSOE abandonara el Gobierno de la nación sin reformar debidamente la ley del aborto o que la Junta de Andalucía no planteara algunas de sus justas reivindicaciones -como la transferencia de las confederaciones hidrográficas- antes de 1996, cuando aún había socialistas en la Moncloa. Aunque nunca se sabe: más de un presidente autonómico socialista fue defenestrado por ponerse reivindicativo.

Parece que todo el mundo lo había olvidado -excepto ...

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Lo malo de dejar tareas pendientes es que luego llega otro y las acaba a su manera o decide enterrarlas. Por eso fue una pena, por ejemplo, que el PSOE abandonara el Gobierno de la nación sin reformar debidamente la ley del aborto o que la Junta de Andalucía no planteara algunas de sus justas reivindicaciones -como la transferencia de las confederaciones hidrográficas- antes de 1996, cuando aún había socialistas en la Moncloa. Aunque nunca se sabe: más de un presidente autonómico socialista fue defenestrado por ponerse reivindicativo.

Parece que todo el mundo lo había olvidado -excepto la web de la Consejería de Economía, que da fe de ello-, pero, en 1993, en su primera concertación con sindicatos y patronal, Manuel Chaves puso su firma al pie de un documento que preveía la puesta en marcha de unos planes zonales y sectoriales cuya 'aplicación' debía 'culminar con la superación del actual PER y la adecuación del subsidio agrario a los activos que permanezcan en la agricultura'.

En los nueve años transcurridos desde entonces no se ha alcanzado la fase final de este proceso -la superación del PER-, dejando un hueco que ahora intenta llenar -a su manera, por supuesto- el Gobierno del PP.

La Junta de Andalucía suele ser bastante olvidadiza y muchas de sus iniciativas se quedan en las hemerotecas. Creo que a esta desmemoria de la Junta se le podría sacar jugo creando un programa de televisión, de esos nostálgicos, que, en vez de contarnos qué fue de Nadia Comaneci, de la yenka o de las máquinas de coger puntos de media, nos desvele las iniciativas o los buenos deseos de la Junta que quedaron embalsamados en papel de periódico. Episodio-piloto: ¿Qué fue del Pacto Andaluz por el Libro anunciado con toda trompetería hace un año? (Me ha picado la curiosidad, he enviado hace tres días un e-mail al departamento de Prensa de la Consejería de Cultura y aún espero respuesta).

Volviendo al PER: entre los deseos de 'superación' expresados por la Junta y los de 'extinción' formulados por el Gobierno del PP no hay tanta diferencia, y al que le queden dudas que mire el diccionario. ¿Por qué, pues, tanto alboroto cuando no se ha plantado batalla en asuntos más serios, como el desvío a otras regiones de la cuarta parte de los fondos estructurales que nos corresponden hasta el año 2006?

La respuesta es obvia: lo del PER da más juego populista. En la competición va, de momento, en cabeza, el consejero de Empleo y Desarrollo Tecnológico, José Antonio Viera, que ha calificado el PER de 'derecho histórico'. No creo que sea necesario recordar, a estas alturas, que el subsidio agrario no se hereda y que a los derechos no los legitima el paso del tiempo. Afortunadamente, porque, si no, aún existiría el derecho de pernada.

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Pero, hechas estas salvedades, convendría disculpar a Viera, un hombre que viene del fútbol, un mundo con tendencia a la hipérbole y con un sentido del tiempo histórico excesivamente elástico; tanto que celebra 'partidos del siglo', más o menos, cada trimestre.

Seamos comprensivos.

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