Unos ladrones mataron a un hombre para robar 1.000 teléfonos móviles

La Guardia Civil arresta a 18 personas

El asesinato de Arístides Rubio López, un repartidor de mensajería urgente, de 27 años, ocurrido el pasado 21 de diciembre en Paracuellos del Jarama, ha llevado a la detención de dos grupos de ladrones y a desarticular un complejo entramado de delincuentes. La Guardia Civil ha arrestado a 18 personas, miembros de dos bandas: la primera asaltó un almacén de telefonía móvil en Leganés y robó 1.000 unidades; la segunda, que vendía los aparatos a empresas de Bilbao y Madrid, fue la que acabó con la vida de Arístides Rubio López.

Las pesquisas comenzaron tras el hallazgo del cadáver de Rubio...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

El asesinato de Arístides Rubio López, un repartidor de mensajería urgente, de 27 años, ocurrido el pasado 21 de diciembre en Paracuellos del Jarama, ha llevado a la detención de dos grupos de ladrones y a desarticular un complejo entramado de delincuentes. La Guardia Civil ha arrestado a 18 personas, miembros de dos bandas: la primera asaltó un almacén de telefonía móvil en Leganés y robó 1.000 unidades; la segunda, que vendía los aparatos a empresas de Bilbao y Madrid, fue la que acabó con la vida de Arístides Rubio López.

Las pesquisas comenzaron tras el hallazgo del cadáver de Rubio en un camino de Paracuellos, del que en su día no informó la Guardia Civil. El hombre había muerto de un disparo de bala del calibre 38 en la cabeza. Fue la última de las 97 víctimas de homicidio del año pasado en la región.

La investigación descubrió que, en la madrugada del 20 de diciembre, un grupo de butroneros había robado un millar de teléfonos móviles, además de tarjetas de recarga, en un almacén de Leganés. La mercancía estaba valorada en 480.809 euros (80 millones de pesetas). La banda de ladrones, cuyo cabecilla era R. G. G., de 20 años, operaba siempre en la zona sur de la periferia de la capital. La banda de Fuenlabrada se puso en contacto con un perista, J. G. M. G., de 22 años, para vender la mercancía. Éste, a su vez, llamó a un conocido suyo, Arístides Rubio, que disponía de una furgoneta Ford Transit para reparto y que guardó los teléfonos móviles en un local de su propiedad, según la Guardia Civil.

Rubio no fue la única persona con la que contactó el perista [receptador]. También habló con otro perista que ejercía idénticas labores de colocar los materiales robados para otro grupo integrado por cuatro personas. Entonces surgió la idea de robar la mercancía al repartidor de la zona sur. La segunda banda acudió al domicilio de Rubio, le sustrajo la furgoneta y le obligó a acompañarles a Paracuellos, donde lo mataron de un tiro y lo dejaron tirado en un paraje.

Venta en comercios

Uno de los integrantes del grupo se puso en contacto con responsables de cuatro comercios de Madrid y con dos empresas de San Sebastián de los Reyes y Zorroza, un barrio de Bilbao. Los teléfonos móviles, cada uno de ellos valorado en 500 euros, eran vendidos por esta organización por 300.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

La Guardia Civil ha detenido a los dos grupos de ladrones. Al segundo, formado por cinco personas de entre 22 y 31 años, le imputa el homicidio de Rubio. También han sido arrestadas cuatro personas acusadas de comprar una mercancía robada. Los agentes han recuperado 435 móviles valorados en 234.000 euros y cinco armas (dos revólveres y tres pistolas) simuladas. Parte de la mercancía robada ha sido vendida en Inglaterra y Alemania, según la Guardia Civil.

Sobre la firma

Archivado En