Francia prohíbe a La Caixa que remunere sus cuentas corrientes
La Comisión Bancaria francesa decidió prohibir ayer a la entidad CaixaBank, filial francesa de la española LaCaixa, que siga ofreciendo un interés del 2 % en las cuentas corrientes, algo que no ocurre en el sistema bancario francés. La decisión de la caja española de romper este tabú había causado gran malestar en el sector financiero francés.
La decisión de la Comisión, dependiente del Banco de Francia, ha sido notificada a CaixaBank, que remuneraba esos productos bancarios desde mediados del pasado mes de febrero, según indicó en un comunicado este organismo. La Caixa cuenta con 48 of...
La Comisión Bancaria francesa decidió prohibir ayer a la entidad CaixaBank, filial francesa de la española LaCaixa, que siga ofreciendo un interés del 2 % en las cuentas corrientes, algo que no ocurre en el sistema bancario francés. La decisión de la caja española de romper este tabú había causado gran malestar en el sector financiero francés.
La decisión de la Comisión, dependiente del Banco de Francia, ha sido notificada a CaixaBank, que remuneraba esos productos bancarios desde mediados del pasado mes de febrero, según indicó en un comunicado este organismo. La Caixa cuenta con 48 oficinas en Francia y 70.000 clientes.
La Comisión decidió examinar el caso de las retribuciones de CaixaBank a petición del Gobierno francés. Finalmente, dio orden a la entidad española de no volver a abrir ninguna nueva cuenta de este tipo.
Además, CaixaBank tiene un plazo de dos meses para cerrar aquéllas que haya abierto con anterioridad, según la Comisión Bancaria.
Tras un procedimiento disciplinario, el organismo francés bancario ha decidido exigir a CaixaBank que 'respete la prohibición de remuneración de las cuentas a vista' a particulares y profesionales 'prevista por la legislación francesa', según reza la nota de prensa emitida ayer. En Francia impera el dogma del 'ni-ni', es decir, ni remuneración de depósitos a vista ni cobrar por los cheques. El producto, que había supuesto una pequeña revolución para el sistema bancario francés, fijaba una remuneración del 2%o sobre los depósitos a vista, respetaba la tradición francesa de cheques gratuitos y exigía un mínimo de 1.500 euros en cuenta.
La única diferencia entre la cuenta corriente remunerada para particulares y para profesionales es que la primera tenía unos gastos de mantenimiento de 12 euros por trimestre y la segunda de 24 euros.
Los responsables de CaixaBank consideraban que la decisión de su entidad va 'en la lógica del euro' y en la necesidad de 'dar uniformidad a las reglas monetarias europeas'.