Reportaje:

Las sevillanas del autógrafo

Manu Tenorio acaparó la atención popular durante la recepción de la Cadena SER

No hay quien pueda con la fama televisiva. Quedó patente de nuevo ayer durante la recepción de la Cadena Ser en la Feria de Abril. Sólo firmaron autógrafos Manu Tenorio y Juan Luis el de Tarifa. El cantante sevillano no ganó el concurso de Operación Triunfo, pero lo jalean como si tal. 'Que se asome, que se asome', gritaban desde fuera de la caseta coros adolescentes. El propio Tenorio está descubriendo el poder de la fama.

En sus tiempos de anónimo feriante su itinerario era 'de oca en oca y tiro porque me toca'. Este año se dejó caer por la recepción de la Ser, corrió a besar a su mad...

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No hay quien pueda con la fama televisiva. Quedó patente de nuevo ayer durante la recepción de la Cadena Ser en la Feria de Abril. Sólo firmaron autógrafos Manu Tenorio y Juan Luis el de Tarifa. El cantante sevillano no ganó el concurso de Operación Triunfo, pero lo jalean como si tal. 'Que se asome, que se asome', gritaban desde fuera de la caseta coros adolescentes. El propio Tenorio está descubriendo el poder de la fama.

En sus tiempos de anónimo feriante su itinerario era 'de oca en oca y tiro porque me toca'. Este año se dejó caer por la recepción de la Ser, corrió a besar a su madre y, a las 21 horas, pilló un AVE hacia Madrid urgido por el rodaje de su primer video musical. Y ahí se le acaba la Feria de Abril.

El consejero Juan Ortega va ahora más relajado que cuando supervisaba la Feria

A Manu Tenorio le reclaman fotos y besos. Juan Luis el de Tarifa no aspiró a concursar en Eurovisión, pero le piden autógrafos como si tal desde su popularización a través del programa El Vagamundo de Jesús Quintero (Canal 2 Andalucía). Elogió con elegancia los pinchos servidos durante la recepción: 'Los canapiés que yo tomé, que se comen con los pies, estaban buenísimos'. Llegó con su humor surrealista y Los del Río.

Y no hubo más peticiones de autógrafos. Ni a políticos ni a periodistas ni a cajeros. Ni siquiera a los que salen en televisión. No es comparable protagonizar Operación Triunfo con aparecer fugazmente en las Noticias de Lorenzo Milá. Ni conversar en directo con Jesús Quintero con parlotear en diferido ante una decena de micrófonos.

Los del PP llegaron en tromba: Antonio Sanz, Ricardo Tarno, Jaime Raynaud, Ricardo Villena. Los políticos sevillanos de pura cepa sobrellevan la feria con apuros. Se debaten atrapados entre la feria y la política. 'A partir de las 16.30 soy anónimo todos los días', dice el concejal José María Pareja (PP). El socialista Carmelo Gómez intenta hacer lo propio de noche: 'Se hace lo que se puede'.

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De las filas andalucistas acudieron el concejal Pablo de los Santos, la portavoz municipal Paola Vivancos y su antecesor en Fiestas Mayores y nuevo consejero de Relaciones Institucionales, Juan Ortega. Ahora va más relajado. 'Los últimos años lo veía todo con ojos críticos, ahora vuelvo a vivirla con poco protocolo', decía. Ortega dejó un consejo para llegar al remate ferial en buenas condiciones: 'Lo importante es saber llevar la convivencia y la combebencia'.

Después llegó la titular de Economía. Magdalena Álvarez no dudó en mostrar sus enaguas a la periodista estadounidense Katherine King. En una cámara secreta bajo los volantes paseó por todo el real una entrada para los toros, dinero, una lista plastificada con las direcciones de las casetas de los amigos y una barra de labios. Juró que no llevaba móvil en las entretelas.

A la consejera le gustan los trajes de gitana. Sin embargo, la vicesecretaria regional del PSOE, María del Mar Moreno, vivió 'como una claudicación' embutirse una blusa con un vago toque flamenco para ir de casetas. Los consejeros ni se inmutan por esas cosas, aunque el de Salud, Francisco Vallejo, estrenó camisa. El de Gobernación, Alfonso Perales, no atina con las combinaciones entre el norte de la chaqueta y el sur del pantalón. Lo dice con coquetería. Los hombres suelen presumir de que no presumen. En la caseta se hubiera podido celebrar un miniconsejo de Gobierno de mentirijillas si se juntaran todos. A los citados se sumó el consejero de Presidencia, Gaspar Zarrías.

El alcalde de Sevilla, Alfredo Sánchez Monteseirín, fue de los últimos en llegar. Venía de la caseta de Comisiones Obreras. Llegó a suelo sindical y se fue el dúo sevillano de IU, Luis Pizarro y Paula Garvín. 'Ha llegado el alcalde y nos hemos ido para no apagarle el brillo', soltó Garvín a su llegada a la Ser.

La lista de invitados por la emisora es densa. Por allí pulularon directivos de medios de comunicación como Daniel Gavela (director general de la Ser), Rafael Camacho (director general de la RTVA), Manuel Polanco (presidente de Gestión de Medios Impresos) y Álvaro Ybarra (director de ABC Sevilla). Tienen poder, pero no tienen fama. La prueba es que nadie les pidió autógrafos.

Dieron mucho morbo mientras se retrataban Antonio María Claret García (La General), José María Bueno Lidón (El Monte) y Alfredo Pérez Cano (San Fernando). Media caja única. Tres patas para un banco. Guasas varias que ellos alimentaron con cierta diversión. Alimentaron un morbo elitista limitado a los corrillos políticos y periodísticos. El morbo popular se reservó para Manu Tenorio y, en menor medida, Juan Luis el de Tarifa.

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