Profesores de Instituto

Los improperios que Carmen Calderón (25/3/2002) nos dedica a Emilio Lechuga y a mí. Nuestras declaraciones objeto de la encendida indignación de Carmen Calderón no son más que transcripciones periodísticas de una rueda de prensa que duró hora y media. Esta señora se ceba en nuestra afirmación de que 'el éxito de la concertada proviene de que nunca ha aplicado la LOGSE'. Señalo lo que resulta obvio:

1. La crítica que recibimos de la señora Calderón se basa en algo que, según ella, hemos ocultado de manera 'torticera y demagógica'. Es difícil comprender cómo a partir de una breve transcri...

Los improperios que Carmen Calderón (25/3/2002) nos dedica a Emilio Lechuga y a mí. Nuestras declaraciones objeto de la encendida indignación de Carmen Calderón no son más que transcripciones periodísticas de una rueda de prensa que duró hora y media. Esta señora se ceba en nuestra afirmación de que 'el éxito de la concertada proviene de que nunca ha aplicado la LOGSE'. Señalo lo que resulta obvio:

1. La crítica que recibimos de la señora Calderón se basa en algo que, según ella, hemos ocultado de manera 'torticera y demagógica'. Es difícil comprender cómo a partir de una breve transcripción periodística puede extraer conclusiones tan tajantes. Tenemos que desengañarla: en esa misma rueda de prensa denunciamos, una vez más, con claridad la competencia desleal que la concertada ejerce sobre la pública. Asunto, por cierto, en el que guardamos mucha distancia con el ministerio.

2. No es menos insensato que nos acuse de algo que ella misma reconoce: existe menor índice de fracaso escolar en la concertada porque hay una selección. Por supuesto que dicha selección en la concertada es de origen 'social, cultural y económica', precisamente por ello es necesario establecer mecanismos de diversificación a partir de criterios exclusivamente académicos. De otra forma, los alumnos de barriadas periféricas quedan sepultados de manera implacable en la pobreza cultural de su entorno. Por otro lado, el que existan itinerarios diferenciados no implica que unos sean buenos y otros malos. Los que critican los itinerarios parten de un axioma: todo lo que no conduzca a estudiar una carrera es un itinerario basura. Esta proyección de fantasmas, prejuicios y/o frustraciones personales esteriliza de raíz la posibilidad de dar respuesta a las necesidades formativas de los alumnos.

Respecto de la competencia que ejerce la concertada, no es cierto que 'eso ha sido siempre y así será siempre'. Jamás la concertada ha sido objeto de más desesperado deseo que ahora. Y desde 1990 hay planteada una argumentación ad hominem que permanece sin resolver: los creadores y defensores de la LOGSE matriculan a sus hijos en la privada (concertada o no). ¿Por qué huyen de lo mejor? ¿Quiénes son de verdad los 'elitistas y selectivos'?-