Desmentido

Quisiera que me diera la oportunidad en Cartas al Director de aclarar algunos puntos que salieron el domingo 24 de marzo en la edición de EL PAÍS y en su página 51, en un artículo sobre la compraventa de unas acciones del Banco de Vizcaya en la que se ha querido basar la existencia de una caja B en el fusionado BBVA. Quiero desmentir:

- Que se utilizaran fondos de KIO para hacer 'greenmail' (chantaje financiero), tal como se señala. Se compraron las acciones porque estaban baratas en el mercado y era una oportunidad. Dichas acciones se compraron al propio banco.

- Que se exigiera...

Quisiera que me diera la oportunidad en Cartas al Director de aclarar algunos puntos que salieron el domingo 24 de marzo en la edición de EL PAÍS y en su página 51, en un artículo sobre la compraventa de unas acciones del Banco de Vizcaya en la que se ha querido basar la existencia de una caja B en el fusionado BBVA. Quiero desmentir:

- Que se utilizaran fondos de KIO para hacer 'greenmail' (chantaje financiero), tal como se señala. Se compraron las acciones porque estaban baratas en el mercado y era una oportunidad. Dichas acciones se compraron al propio banco.

- Que se exigiera un beneficio de 5.700 millones de pesetas. Ese beneficio fue el resultante de un aumento del nominal de las acciones realizado por el propio banco en julio de 1987, y el precio fue el que marcaba la Bolsa el día que se realizó la operación.

- Que se pagara ni cobrara ni una sola peseta en el exterior en esta compraventa. El pago fue realizado en España, ante agente de cambio y bolsa, ya que se había adelantado por parte del banco a Torras un crédito que se amortizó directamente por dicho banco al comprar las acciones. Por lo cual, ni fuimos conocedores del comprador, que se nos dijo que era el mismo banco, ni tuvimos ninguna relación con las operaciones que se hicieran para ocultar la situación del paquete de acciones vendido.