Los turistas se quejan de la inseguridad y piden más vigilancia policial en la capital cordobesa

Los visitantes destacan la buena conservación del patrimonio histórico y los precios

Las quejas más comunes de los turistas que visitaron la capital cordobesa el año pasado fueron la falta de vigilancia policial, la inadecuación de los horarios de los monumentos y los museos, la necesidad de más aparcamientos y el exceso de tráfico en el casco histórico. Así lo recoge el informe Programa Cicerones 2001, basado en las entrevistas que estos informadores urbanos, situados en cuatro puntos estratégicos de la ciudad, realizaron a los 50.000 turistas (el 53% españoles, el resto extranjeros) que les hicieron alguna consulta.

Lo que los encuestados consideraron má...

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Las quejas más comunes de los turistas que visitaron la capital cordobesa el año pasado fueron la falta de vigilancia policial, la inadecuación de los horarios de los monumentos y los museos, la necesidad de más aparcamientos y el exceso de tráfico en el casco histórico. Así lo recoge el informe Programa Cicerones 2001, basado en las entrevistas que estos informadores urbanos, situados en cuatro puntos estratégicos de la ciudad, realizaron a los 50.000 turistas (el 53% españoles, el resto extranjeros) que les hicieron alguna consulta.

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Lo que los encuestados consideraron más positivo fue la conservación del patrimonio histórico-artístico, la expansión y modernización de las infraestructuras de transporte y la buena relación calidad-precio de la oferta hostelera, en particular la gastronómica. En cuanto a sus sugerencias, los turistas manifestaron interés por obtener información, además de en inglés y en español, en alemán, francés, italiano y japonés, tanto de los propios cicerones como de los paneles orientativos que se distribuyen por la ciudad. Solicitaron también que se programasen más espectáculos culturales y que se pudiese disponer de servicios de guías para grupos.

Rafael Blanco, concejal de Desarrollo Económico y Promoción de la Ciudad del Ayuntamiento de Córdoba, matizó los resultados de estas encuestas señalando que el informe destaca las quejas de los turistas en materia de seguridad no porque sean las más frecuentes ni las más enfáticas, sino porque se producen por primera vez. En cualquier caso, opinó, 'es bueno que se exteriorice esta preocupación para que podamos atajarla', y añadió que ya se han celebrado reuniones con la Subdelegación del Gobierno para tratar este problema y potenciar la presencia policial en las calles del centro histórico.

En lo que toca a los horarios de apertura de museos y monumentos, que, según el criterio de los turistas, son inadecuados, no se dan a conocer debidamente y además se alteran sin previo aviso, el concejal advirtió que el Ayuntamiento ya ha hecho un esfuerzo por adaptar los de los centros de titularidad municipal, pero que otros lugares muy visitados dependen de otras instituciones como la Iglesia Católica o la Junta de Andalucía.

Este programa de cicerones, nacido de una iniciativa europea, funciona desde 1997; según Blanco, el Ayuntamiento lo estabilizará y lo mantendrá en funcionamiento todo el año, y no sólo en los meses de máxima afluencia turística como hasta ahora. Una de las ventajas de este servicio, indicó el concejal, es que los informadores abren nuevas perspectivas a los turistas, muchos de los cuales llegan atraídos por la Mezquita, sin conocer la oferta monumental, comercial, de ocio y de cultura de la ciudad.

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La Asociación de Empresarios de la Hostelería de Córdoba ha hecho públicas sus previsiones de ocupación para esta Semana Santa: según informó Europa Press, se alcanzará un máximo del 90% de jueves a domingo, y la media de todo el período vacacional no superará el 65%. Rafael Blanco se mostró en desacuerdo con estas estimaciones, asegurando que suelen hacerse para toda la provincia y que enmascaran el 100% al que llegan los establecimientos de la capital, donde ya es imposible conseguir una habitación.

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