El petróleo sube a 24 dólares ante la expectativa de un ataque contra Irak

La guerra privaría al mercado de casi dos millones de barriles diarios

El precio del barril de petróleo se disparó ayer hasta rozar los 24 dólares, su máximo en seis meses, ante la perspectiva de que EE UU ataque a Irak y que la guerra deje al mercado sin los casi dos millones de barriles que los iraquíes exportan cada día. El temor a la escasez es mayor si se tiene en cuenta que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ya había recortado su producción en 1,5 millones de barriles desde enero.

El alboroto y la inquietud en el mercado petrolero comenzaron a notarse a finales de febrero, y en lo que va de marzo se agudizaron en paralelo con e...

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El precio del barril de petróleo se disparó ayer hasta rozar los 24 dólares, su máximo en seis meses, ante la perspectiva de que EE UU ataque a Irak y que la guerra deje al mercado sin los casi dos millones de barriles que los iraquíes exportan cada día. El temor a la escasez es mayor si se tiene en cuenta que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) ya había recortado su producción en 1,5 millones de barriles desde enero.

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El alboroto y la inquietud en el mercado petrolero comenzaron a notarse a finales de febrero, y en lo que va de marzo se agudizaron en paralelo con el temor a que EE UU atacase Irak, país que es parte del eje del mal del presidente George W. Bush desde que éste acuñó el término tras los ataques terroristas del pasado 11 de septiembre. El temor a que la guerra se reavivara siempre estuvo, pero en los últimos días pasó de ser una sensación latente a una inminente tras el anuncio de ayer de Bagdad de que no permitirá que los inspectores de armas de Naciones Unidas regresen al país.

En lo que va de marzo, el precio del crudo brent en el mercado de Londres (de referencia para Europa) se incrementó una media de dos dólares por barril y sólo durante la jornada de ayer subió unos 50 centavos, hasta rozar los 24, el precio más alto desde finales de septiembre de 2001. En el mercado de Nueva York la cotización siguió la misma tendencia impulsada por los mismos temores y el barril se disparó hasta casi los 25 dólares.

La escalada de tensión entre Washington y Bagdad se produce en un momento en que la OPEP (de la que Irak es parte formal pero no participa de sus decisiones) está rebajando a marchas forzadas su producción de crudo para impulsar los precios. En enero la OPEP puso en marcha un recorte de 1,5 millones de barriles diarios. Otros productores ajenos al cartel -Rusia, Noruega y México- acordaron dejar de extraer medio millón más. La OPEP, con la política de recortes que inició a principios de 2001, terminó fijando un nivel máximo de 21,7 millones de barriles diarios desde enero, y en su cumbre de este viernes no tiene previsto dar marcha atrás con los recortes, según fuentes de la organización en Viena.

Para finales de febrero la OPEP (incluyendo Irak) produjo 24,85 millones de barriles diarios. Si hay guerra, la extracción se reduciría en dos millones como mínimo. La situación es un arma de dobre filo para EE UU y los países importadores, puesto que Bush parece firme en perseguir el eje del mal allá donde, según él, se encuentre. No obstante, un aumento del precio del crudo puede poner en peligro la incipiente recuperación de la economía estadounidense. Los bajos precios del crudo han tenido mucho que ver en que la recesión estadounidense no se prolongase más de lo que hubiese durado con altos precios de la energía.

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