El atajo de las cuotas

'El nivel de igualdad que en los países nórdicos se ha conseguido en 20 años, no se habría alcanzado ni en 200 sin las cuotas de participación y no podemos esperar tanto'. La frase es de Soledad Gallego-Díaz, directora adjunta de EL PAÍS y una de sus fundadoras, que disertó ayer en Úbeda (Jaén) sobre La presencia de la mujer en los medios de comunicación.

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'El nivel de igualdad que en los países nórdicos se ha conseguido en 20 años, no se habría alcanzado ni en 200 sin las cuotas de participación y no podemos esperar tanto'. La frase es de Soledad Gallego-Díaz, directora adjunta de EL PAÍS y una de sus fundadoras, que disertó ayer en Úbeda (Jaén) sobre La presencia de la mujer en los medios de comunicación.

Gallego-Díaz expuso en el Hospital de Santiago los dos problemas con los que, a su juicio, se enfrentan las mujeres en los medios de comunicación. 'La imagen que la publicidad ofrece de la mujer ha mejorado en la última década. A medida que la mujer incrementa su capacidad adquisitiva y desempeña un papel distinto en la sociedad, la publicidad va reflejando ese cambio. Todavía se hacen anuncios machistas, pero también vemos mujeres comprando coches o acciones', comenta la periodista cuyo bisabuelo y abuelo fueron senadores por Úbeda.

Para Gallego-Díaz, que ha sido corresponsal en Bruselas y Nueva York, la gran cuenta pendiente es la de la presencia de las mujeres periodistas en los medios. 'Ahora trabajan más mujeres que hombres en comunicación. Llegan a los cargos intermedios, pero no a los consejos de administración. No están en los comités editoriales y esta ausencia es más grave porque se trata de los lugares en los que se crea opinión', precisó.

La periodista, que impulsó el crecimiento de la delegación de Andalucía de EL PAÍS, apuesta por la discriminación positiva.

'El problema no es que la mujer reivindique una cuota determinada, 30% o 50%, sino que el hombre posee un 90%. Los países nórdicos fueron los primeros en establecer cuotas de participación en política. Comenzaron en los setenta y actualmente ya no las necesitan. El equilibrio se ha producido en todos estos años y ahora la población ve la presencia de la mujer con naturalidad', añadió antes de iniciar un paseo que la llevó a las puertas de un colegio cuyo nombre le suena paternal: Matemático Gallego-Díaz.