HA'ARETZ | REVISTA DE PRENSA

Un Gobierno impotente

Ayer seguían produciéndose atentados terroristas palestinos (...) y parece que el Gobierno no puede hacer nada por evitarlos. (...)

Es en momentos como estos cuando la opinión pública mira hacia sus líderes, buscando explicaciones de por qué el precio es tan elevado y cuáles son los objetivos de la guerra y, sobre todo, cuándo acabará. Es enormemente frustrante que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, no tenga una respuesta razonable a ninguna de esas preguntas. (...)

Sharon (...) ha vuelto a prometer que Israel vencerá y que él va a traer la seguridad. Pero son promesas vac...

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Ayer seguían produciéndose atentados terroristas palestinos (...) y parece que el Gobierno no puede hacer nada por evitarlos. (...)

Es en momentos como estos cuando la opinión pública mira hacia sus líderes, buscando explicaciones de por qué el precio es tan elevado y cuáles son los objetivos de la guerra y, sobre todo, cuándo acabará. Es enormemente frustrante que el primer ministro israelí, Ariel Sharon, no tenga una respuesta razonable a ninguna de esas preguntas. (...)

Sharon (...) ha vuelto a prometer que Israel vencerá y que él va a traer la seguridad. Pero son promesas vacías y no puede seguir engañando a la opinión pública. Ha desperdiciado el crédito que ésta le concedió al elegirle por no haber combinado el uso de la fuerza militar con un esfuerzo por lograr una solución política. Sharon dibuja ahora la falsa imagen de que ésta es una guerra de supervivencia 'sin alternativas'. (...)

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Es un engaño. No es la existencia de Israel lo que está en juego, sino la existencia de los asentamientos, que Sharon ha alentado y nutrido durante una generación. Esta guerra (...) no tiene solución militar y no puede tenerla. Sólo será suficiente una solución política, basada en poner fin a la ocupación y en establecer un Estado palestino junto a Israel. Pero ese horizonte político parece ahora más lejano que nunca y Sharon se niega a abrir siquiera un estrecho resquicio a la esperanza, no para los palestinos, sino para los israelíes.

Tel Aviv, 6 de marzo

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