El interventor de Estepona ratifica irregularidades de Gil Marín
En 1999, el último año de mandato de Jesús Gil Marín en la Alcaldía de Estepona, el Ayuntamiento le debía a la Seguridad Social 3.125 millones de pesetas. Además, la mayor parte de las 14 sociedades municipales no tenía libros de actas, hacían ampliaciones de capital 'fraudulentas' y se prestaban dinero unas a otras sin control. Asímismo, los concejales del GIL acumulaban 200 millones de pesetas de dietas desde 1995 por asistencia a reuniones que nunca se celebraron. Éstas son algunas de las conclusiones de un demoledor informe que el interventor municipal ha presentado sobre la liquidación de...
En 1999, el último año de mandato de Jesús Gil Marín en la Alcaldía de Estepona, el Ayuntamiento le debía a la Seguridad Social 3.125 millones de pesetas. Además, la mayor parte de las 14 sociedades municipales no tenía libros de actas, hacían ampliaciones de capital 'fraudulentas' y se prestaban dinero unas a otras sin control. Asímismo, los concejales del GIL acumulaban 200 millones de pesetas de dietas desde 1995 por asistencia a reuniones que nunca se celebraron. Éstas son algunas de las conclusiones de un demoledor informe que el interventor municipal ha presentado sobre la liquidación de las cuentas de 1999, en el que ratifica algunas de las irregularidades atribuidas a la gestión de Gil Marín.
La coalición de gobierno entre los cuatro concejales del PP y los siete ex miembros del GIL aprobó el lunes el informe en la Comisión de Cuentas, pero lo ha tenido que retirar del pleno de hoy porque no cumplía con el trámite legal de 15 días de exposición pública. El actual concejal de Hacienda, José Gerez (ex GIL), que fue coordinador de esta área durante el mandato de Gil Marín, quitó trascendencia al informe: 'Los de los años anteriores estaban redactados en términos similares y no ha habido problemas con la Cámara de Cuentas'. Gerez atribuye las descalificaciones a los auditores contratados por la coalición anti GIL (PSOE, PP, IU y PA) a partir de 1999, para revisar las cuentas del mandato de Gil Marín.