Reportaje:REVISTA 'A+T' | ARQUITECTURAS

Una reflexión arquitectónica

La labor de los editores de 'a+t' va más allá de la composición de la revista. Prueba de ello es la guía de arquitectura de Vitoria que redactó Javier Mozas. Entre sus artículos se destaca el dedicado a la memoria, tras un viaje por las huellas de la Alemania nazi.Hace diez años, un joven arquitecto vitoriano, Javier Mozas, y su esposa, Aurora Fernández Per, periodista de profesión, reflexionaban sobre estas fechas cómo sacar adelante una revista de arquitectura independiente. La expresión más certera de que aquellos proyectos fueron fructíferos se encuentra en el número 18 de a+t, una...

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La labor de los editores de 'a+t' va más allá de la composición de la revista. Prueba de ello es la guía de arquitectura de Vitoria que redactó Javier Mozas. Entre sus artículos se destaca el dedicado a la memoria, tras un viaje por las huellas de la Alemania nazi.Hace diez años, un joven arquitecto vitoriano, Javier Mozas, y su esposa, Aurora Fernández Per, periodista de profesión, reflexionaban sobre estas fechas cómo sacar adelante una revista de arquitectura independiente. La expresión más certera de que aquellos proyectos fueron fructíferos se encuentra en el número 18 de a+t, una publicación de referencia internacional que en esta ocasión está dedicada por completo al arquitecto británico Tony Fretton.

La elección de este autor por parte de los responsables de a+t es un excelente reflejo de su apuesta por una arquitectura alejada de cualquier vinculación espectacular y más cercana a la sinceridad creativa, al trabajo bien hecho, aunque sea con pocos medios. Quizás alguna de estas inclinaciones proceda del origen mismo del proyecto, en el que la voluntad y la ilusión lo eran todo, aunque Mozas y Fernández Per gozaban ya de cierta experiencia en la edición de revistas profesionales.

Desde 1987 hasta 1991 habían sido los responsables de Tecnología y Arquitectura, una publicación vinculada a la Dirección de Arquitectura del Gobierno vasco. El encargo institucional llegó a su fin, pero no agotó el gusanillo de difundir la mejor arquitectura vasconavarra junto con las aportaciones más interesantes que en aquel momento se podían encontrar en Europa.

Así que Javier Mozas y Aurora Fernández decidieron proseguir la aventura por su cuenta. El primer número de a+t salió a la luz a finales de 1992, en colaboración con el Colegio Oficial de Arquitectos Vasco Navarro (COAVN), pero ya el segundo, dedicado al Centro de Arte Kunsthal de Rotterdam, se editó desde la independencia más absoluta. Y con gran éxito, quizás no de público, pero sí de crítica. Tanto que el propio museo les solicitó la edición del catálogo, con las fotografías de César San Millán, habitual colaborador de la revista.

Desde el principio tuvieron el respaldo de 80 colegiados del COAVN, denominados por los directores de la revista como 'los históricos', por el fiel respaldo a una publicación que apostaba siempre a contracorriente. No podía ser menos, si se tiene en cuenta que a+t nace en Vitoria, una capital pequeña alejada de los principales centros de reflexión sobre la arquitectura. Pero también había alguna ventaja: la tradición de la capital alavesa en el campo de las artes gráficas.

Este apunte se aprecia ya desde los primeros números, más humildes en su presentación. Poco a poco, con la progresiva presencia en el ámbito de las publicaciones internacionales, a+t gana en número de páginas, en tamaño, en la calidad del papel y de las fotografías.

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Pero éste no es, en principio, la consecuencia lógica de quienes han apostado más por los outsiders que por las líneas oficiales de la disciplina. Así, por ejemplo, cuando defendieron en varios números sucesivos el interés por lo que los directores denominan 'las bajas tecnologías' o 'los bajos costes'.

Entonces, a mediados de los noventa, el despilfarro era significante de calidad arquitectónica. No se reparaba en gastos y se dejaba a un lado la historia de la arquitectura. 'En ese momento, nosotros reivindicábamos el concepto, la forma de interpretar la historia de la arquitectura, el uso de los materiales empleados. En este momento marcamos la inflexión con lo que se venía haciendo en Europa y apostamos por arquitectos holandeses e ingleses como Adam Carusso, Peter St John o la pareja Maccreanor / Lavington, que poco tenían que ver con la arquitectura británica en boga entonces', recuerda Javier Mozas.

Ésa ha sido la línea que ha mantenido hasta el momento esta publicación, la única del sector sin publicidad ni respaldo de ninguna institución oficial que se edita en España. 'Nos interesan las obras sinceras, sin máscaras ni camuflajes; que tengan su justificación; que no sean el espectáculo por el espectáculo, aunque es cierto que no es lo que ahora demanda el gran público', explica Mozas quien concluye con una expresiva frase: 'Evitamos todo tipo de tics'.

Aurora Fernández aclara que su apuesta tampoco es el minimalismo, 'ya que muchas veces deja de lado la memoria, un aspecto imprescindible en nuestras consideraciones, como reflejan los números monográficos que hemos dedicado a este asunto'.

El próximo número estará dedicado al diseño urbano, al planeamiento de la ciudad, un ámbito en el que los arquitectos se suelen ver sobrepasados por los políticos y los especuladores inmobiliarios. 'Lo vamos a llamar Persona x metro cuadrado en referencia al parámetro que se suele utilizar que es el de vivienda por hectárea, donde los habitantes no tienen ninguna referencia', explica la directora.

Teoría y práctica

a+t ha conseguido situarse como una de las revistas de arquitectura de referencia, con un 40% de suscriptores fuera de España, entre los que destacan las Escuelas de Arquitectura de Harvard, Zurich, Milán, Lubjana, Oxford o el Instituto Tecnológico de Massachussets, además de todos los colegios de arquitectos españoles.

¿Y cómo se mantiene la práctica al mismo tiempo que se dirige una revista teórica sobre arquitectura? Javier Mozas es probablemente uno de los pocos arquitectos que se encuentra alternativamente a los dos lados de la barrera. 'La mejor manera de contar con un criterio claro para decidir qué se publica es tener los mismos problemas que tienen los demás. Si eres un teórico, al final marcas una distancia y dejas de tener vinculación con la experiencia cotidiana', comenta quien apuesta por la 'contaminación' de otras disciplinas y latitudes; 'si no, te conviertes en un autista'.

PERFIL

En la actualidad, Mozas trabaja en el cubrimiento de los frontones de Gamarra, además de en el Plan Especial de Olarizu, a las afueras de Vitoria. También es autor de algunos de los centros cívicos más interesantes de Vitoria, como Aldabe, en las cercanías del casco viejo de la ciudad, que supone una aportación transparente y luminosa a una zona congestionada. Y es responsable del proyecto de ampliación de la Avenida Gasteiz o, en su faceta de interiorista, de la farmacia de la calle Postas, mencionada en los premios del COAVN.

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