Bruselas advierte de un posible colapso en el ciberespacio para 2005

Los expertos exigen modernizar la Red

Los expertos en el campo de las nuevas tecnologías de la Comisión Europea lanzaron ayer una importante y seria advertencia a los Gobiernos europeos y la industria. El ciberespacio está al borde del colapso y prevén que la Red estará 'completamente saturada' en 2005, lo que hará prácticamente imposible que se concedan nuevas direcciones de acceso a Internet. Bruselas, para evitar esta situación dramática, propone un plan para acelerar la implantación en la Unión Europea de la versión 6 del Protocolo de Internet (IPv6) , porque de no hacerse desde ahora los gastos de adaptación serán muy elevado...

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Los expertos en el campo de las nuevas tecnologías de la Comisión Europea lanzaron ayer una importante y seria advertencia a los Gobiernos europeos y la industria. El ciberespacio está al borde del colapso y prevén que la Red estará 'completamente saturada' en 2005, lo que hará prácticamente imposible que se concedan nuevas direcciones de acceso a Internet. Bruselas, para evitar esta situación dramática, propone un plan para acelerar la implantación en la Unión Europea de la versión 6 del Protocolo de Internet (IPv6) , porque de no hacerse desde ahora los gastos de adaptación serán muy elevados.

Los gurus de Internet llevan dando vueltas a este problema desde 1996. Internet opera hoy día con un protocolo, el IPv4, que fue concebido en los años setenta, cuando las universidades norteamericanas se incorporaron a la Red. Ese sistema soporta en la actualidad una capacidad 'teórica' cercana a los 4.000 millones de direcciones en Internet, que pese a su enormidad pronto será desbordada.

La sexta versión del IP tendrá una dimensión astronómica, el equivalente a multiplicar la capacidad actual por sí misma hasta cuatro veces (4.000 millones, por 4.000 millones, por 4.000 millones, por 4.000 millones). ¿Y por qué tan grande? La idea básica de esta tecnología es que permita el acceso a la Red a través de teléfonos móviles, máquinas de fotos, navegadores de los coches, impresoras, frigoríficos y hasta las tostadoras.

El problema es que la UE no está preparada para dar el salto. Los expertos advierten de que, si no se acelera, el problema será mucho mayor que el ocasionado por la adaptación al efecto 2000.

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