OPINIÓN DEL LECTOR

De la compra de viviendas protegidas

Soy uno más de los muchos jóvenes que desean adquirir su primera vivienda y, debido al encarecimiento de la misma, de protección pública. Llevo mucho tiempo buscando por el norte de Madrid, ya que es donde he vivido siempre, y, como casi todos, por los famosos PAU del norte, en los que muchos hemos depositado nuestra esperanza, pero que poco a poco ha sido minada.

Hace unos días leí un anuncio en el periódico en el que se ofrecían pisos en el PAU de Sanchinarro, por lo que llamé, y al ser de vivienda de protección pública (VPP), concerté una cita. Con toda la ilusión renovada en esta of...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Soy uno más de los muchos jóvenes que desean adquirir su primera vivienda y, debido al encarecimiento de la misma, de protección pública. Llevo mucho tiempo buscando por el norte de Madrid, ya que es donde he vivido siempre, y, como casi todos, por los famosos PAU del norte, en los que muchos hemos depositado nuestra esperanza, pero que poco a poco ha sido minada.

Hace unos días leí un anuncio en el periódico en el que se ofrecían pisos en el PAU de Sanchinarro, por lo que llamé, y al ser de vivienda de protección pública (VPP), concerté una cita. Con toda la ilusión renovada en esta oferta, asistí a dicha cita con mi pareja, y todo lo que nos ofrecían llenó por un momento nuestra vida de nuevas expectativas de futuro; pero llegaron las condiciones económicas y se nos cayó nuevamente todo por los suelos.

Efectivamente, nos ofrecían un piso de protección pública con garaje, trastero, piscina y zonas ajardinada, a un precio aproximado de 24 millones de pesetas y con fecha de entrega verano del año 2004, pero para acudir a él teníamos que cumplir tres requisitos, aparte de los estipulados por la ley que rige las VPP. A saber: adquirir junto con el piso otra plaza de garaje a razón de cuatro millones de pesetas, firmar un contrato aparte de unas supuestas mejoras en la vivienda por importe de 4,8 millones de pesetas, y por último, para favorecer al comprador, cuatro millones en 'dinero negro'.

Todo esto argumentando y echando la culpa a la Administración de que el suelo en los PAU se ha incrementado tanto que no pueden construir VPP al precio por ley fijado, por lo que no les queda más remedio (pobrecitos) que incrementar el precio de esta manera.

Como ustedes pueden comprender, el que suscribe y su pareja se quedaron perplejos porque, como es evidente, no disponen de ese tipo de dinero, sino simplemente de una triste cuenta de ahorro vivienda.

Es de suponer que Gobierno, ayuntamientos y, en definitiva, la Administración, sabe a quién concede el beneplácito de construir viviendas de protección, pero con todo esto sólo puedo pensar que lo único que interesa es el titular de 'El año pasado se construyeron 20.000 viviendas de protección pública', sin importar a cuántos de esos 'compradores negros' han embaucado para acceder a las citadas viviendas.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En