El mismo criterio aplicado al Benacantil
El proyecto de construcción de un palacio de congresos en el monte Benacantil de Alicante, empeño personal del alcalde, Luis Díaz Alperi, amenaza con convertirse en la eterna promesa electoral de los populares alicantinos. La iniciativa topó primero con la oposición de colectivos cívicos, aglutinados en la plataforma Salvem el Benacantil. El colectivo inició hace un lustro una batalla jurídica en contra del proyecto por considerar que atentaba al principal hito cultural de Alicante, el monte Benacantil, que corona la fortaleza del castillo de Santa Bárbara. El conjunto está declarado Bi...
El proyecto de construcción de un palacio de congresos en el monte Benacantil de Alicante, empeño personal del alcalde, Luis Díaz Alperi, amenaza con convertirse en la eterna promesa electoral de los populares alicantinos. La iniciativa topó primero con la oposición de colectivos cívicos, aglutinados en la plataforma Salvem el Benacantil. El colectivo inició hace un lustro una batalla jurídica en contra del proyecto por considerar que atentaba al principal hito cultural de Alicante, el monte Benacantil, que corona la fortaleza del castillo de Santa Bárbara. El conjunto está declarado Bien de Interés Cultural (BIC).
La vía judicial fue también el último recurso de la oposición, PSPV y EU, para frenar la iniciativa. Colectivos cívicos y oposición obtuvieron recompensa: el Tribunal Superior de Justicia (TSJ) suspendió cautelarmente el pasado verano la construcción del palacio en el Benacantil. El auto del TSJ consideró que el proyecto podría dañar el BIC y supeditó la obra a la redacción del plan especial del entorno del Benacantil. El PP ha presentado el documento y hasta una recreación virtual, según la cual, el palacio cabe en la ladera del monte. Sin embargo, el documento, que también rechaza la oposición, todavía ha de ser ratificado por el TSJ. Mientras, y en el ecuador de su segundo mandato, la primera apuesta de Alperi se mantiene en el terreno de la virtualidad.