Las fusiones y reconversiones costaron 350.000 empleos en la UE

Las fusiones y las reestructuraciones empresariales en las que estaban involucradas empresas europeas tuvieron el año pasado como consecuencia la pérdida de unos 350.000 empleos, de los cuales 230.000 pertenecían a la eurozona. Preocupada por los efectos sociales de estos movimientos empresariales tan importantes para el dinamismo económico, la Comisión Europea prepara una estrategia en la que involucrar a empresarios y sindicatos y pide, entre otras cosas, que los empleadores contemplen opciones distintas a las del despido masivo, como la reorganización del trabajo y de horarios.

El nú...

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Las fusiones y las reestructuraciones empresariales en las que estaban involucradas empresas europeas tuvieron el año pasado como consecuencia la pérdida de unos 350.000 empleos, de los cuales 230.000 pertenecían a la eurozona. Preocupada por los efectos sociales de estos movimientos empresariales tan importantes para el dinamismo económico, la Comisión Europea prepara una estrategia en la que involucrar a empresarios y sindicatos y pide, entre otras cosas, que los empleadores contemplen opciones distintas a las del despido masivo, como la reorganización del trabajo y de horarios.

El número de fusiones o de adquisiciones empresariales va en aumento en Europa. Según datos de la Comisión Europea, en 1991 hubo 8.239 en las que estaba involucrada alguna empresa europea. Ocho años después, ese número se había disparado ya a 12.796. El fenómeno, común en otros rincones del mundo, tiene, en multitud de ocasiones, su lado negativo en el empleo. De ahí que el departamento de Empleo y Asuntos Sociales, que dirige la socialista griega Anna Diamantopoulou, haya preparado esta iniciativa que la Comisión Europea se dispone a aprobar la próxima semana.

En ella no hay recetas mágicas, pero sí un mensaje político contundente sobre la necesidad de aminorar esos efectos colaterales, sobre todo teniendo en cuenta que la UE se ha propuesto lograr el pleno empleo en 2010, un objetivo que va a marcar en gran medida la próxima Cumbre Europea de Barcelona, a celebrar a mediados del próximo mes de marzo. La principal y más general recomendación de la Comisión contenida en esta propuesta es la de intentar siempre llegar a acuerdos entre los interlocutores sociales a nivel sectorial.

Opciones distintas

'Los empleadores deberían considerar otras opciones distintas al despido cuando reestructuran', dice la propuesta de la Comisión Europea. 'Esto significa que una compañía podría examinar opciones como las transformaciones progresivas en el tiempo o la reorganización del trabajo dentro de la compañía, incluyendo los horarios. Los empleadores pueden beneficiarse de acuerdos laborales que no habían considerado inicialmente y de la mejora de su reputación entre sus propios empleados'.

Bruselas considera que 'los empleadores y los empleados deberían comprometerse en el diálogo social en todos los casos de reestructuración, lo que implica que los trabajadores cuenten con una información apropiada a cualquier nivel, si es necesario, para que dicho diálogo sea efectivo'. En caso de que el despido masivo sea la única opción posible, entonces Bruselas clama por 'indemnizaciones justas y notificaciones con tiempo a los empleados'.

La UE aprobó a finales del pasado año el reglamento de la sociedad europea, que contempla, precisamente, el derecho a la información y la participación de los empleados en los procesos de fusión de empresas europeas de distintos países.

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