La variante de Pasajes estará acabada en 2004 tras un gasto de 6.553 millones

Parte de los 3,5 kilómetros del vial discurrirán por la A-8 sin peaje

Las obras de la variante de Pasajes Antxo comenzarán el próximo mes de mayo y terminarán a finales del verano de 2004, después de que la Diputación de Guipúzcoa aprobara el martes sacar a concurso los trabajos. El vial, con una longitud de 3,5 kilómetros, costará casi 6.553 millones de pesetas (39,3 millones de euros). La variante discurrirá en parte por la autopista A-8 entre Intxaurrondo y Pasaia, un tramo que quedará libre de peaje y donde se construirá un tercer carril por cada sentido.

La travesía de Pasajes Antxo soporta una alta densidad de tráfico: la media diaria de circulación...

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Las obras de la variante de Pasajes Antxo comenzarán el próximo mes de mayo y terminarán a finales del verano de 2004, después de que la Diputación de Guipúzcoa aprobara el martes sacar a concurso los trabajos. El vial, con una longitud de 3,5 kilómetros, costará casi 6.553 millones de pesetas (39,3 millones de euros). La variante discurrirá en parte por la autopista A-8 entre Intxaurrondo y Pasaia, un tramo que quedará libre de peaje y donde se construirá un tercer carril por cada sentido.

La travesía de Pasajes Antxo soporta una alta densidad de tráfico: la media diaria de circulación en la N-I a su paso por esta localidad supera los 60.000 vehículos, por lo que son habituales los atascos. La Diputación guipuzcoana estudió en su día la posibilidad de construir una variante desplazando la actual carretera hacia los terrenos de Renfe, pero desechó la idea porque resultaba muy costosa e impactante visualmente, según recordó ayer el director de Carreteras, José María Sarasola.

En 1999, la institución foral optó por desviar el tráfico de la N-I, que se librará de unos 40.000 vehículos, hacia la autopista Bilbao-Behobia (A-8). Para ello, proyectó aumentar la capacidad de la autopista entre Intxaurrondo y Pasaia, que quedará libre de peaje, y mejorar la actual conexión entre la A-8 y la propia N-I.

Dos años después, el proyecto entra en su recta final para hacerse realidad. El Consejo de Diputados aprobó el martes sacar a concurso las obras por un importe de 6.552,8 millones de pesetas (39,3 millones de euros) y un plazo de ejecución de 27 meses. El diputado de Transportes y Carreteras, Antton Jaime, prevé adjudicar en marzo los trabajos, que comenzarían en mayo.

La obra consiste en aumentar de dos a tres carriles por sentido el tramo de 1,5 kilómetros de la autopista que discurre entre Intxaurrondo y Pasaia, donde aumentará el tráfico de 43.000 vehículos al día a 80.000, según las previsiones forales. Este tramo de la A-8 quedará exento de pagar peaje, por lo que el proyecto no incluye la reposición de la estación de peaje, según subrayó Jaime, quien señaló que esta supresión no tendrá problema administrativo alguno, pues para 2004 la Bilbao-Behobia dependerá ya de la Diputación.

Igualmente, se mejorará la conexión de dos kilómetros entre la N-I y la A-8, donde se espera que el tráfico pase de 15.000 vehículos al día a 40.000. Este tramo incluye la construcción de dos túneles y dos rotondas para dar acceso a los distintos barrios próximos a esta vía y a los futuros polígonos industriales y residenciales.

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El capítulo de estructuras, que incluye cinco nuevos viaductos, cuatro ampliaciones de pasos superiores e inferiores, los dos túneles, un paso inferior de peatones y una pasarela, absorbe el 50% del presupuesto de la obra.

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