OPINIÓN DEL LECTOR

Symvisa, Euskotren y el tranvía: ¿ida o vuelta?

Los trabajadores de Symvisa subcontratados en EuskoTren se tienen que cambiar en la calle y dejar su ropa colgada de una punta que ellos mismos clavaron en la pared. Las duchas y servicios del centro son sólo para los operarios de EuskoTren.

No pueden encender las luces interiores del tren (trabajan limpiando) ya que eso según los inspectores de EuskoTren, dejaría la unidad sin batería. Eso si, la limpieza, según ellos, deja mucho que desear. Cualquier día las dan un casco con luz tipo minero (es 'una empresa innovadora que apuesta por el futuro', según su plan estratégico, del cual, es...

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Los trabajadores de Symvisa subcontratados en EuskoTren se tienen que cambiar en la calle y dejar su ropa colgada de una punta que ellos mismos clavaron en la pared. Las duchas y servicios del centro son sólo para los operarios de EuskoTren.

No pueden encender las luces interiores del tren (trabajan limpiando) ya que eso según los inspectores de EuskoTren, dejaría la unidad sin batería. Eso si, la limpieza, según ellos, deja mucho que desear. Cualquier día las dan un casco con luz tipo minero (es 'una empresa innovadora que apuesta por el futuro', según su plan estratégico, del cual, esta claro, no formamos parte). Esto por lo que respecta al taller de Durango.

En el taller de Lutxana, durante dos años estuvimos cambiandonos en una antigua caseta guardaagujas de dos por dos metros escasos, sin puerta, agua, ni luz y con una estrecha taquilla para los dos operarios. Decidí cambiarme en el mismo vestuario que el vigilante. Ahora hay un cartel que dice: 'No pasar, peligro de derrumbamiento'. Posteriormente, nos dieron otro vestuario a las contratas. En dos años nadie lo ha limpiado, el techo esta agrietado y el vigilante de turno sorprendió un día un par de ratones comiendose su bocadillo. La parte superior de una ventana se desplomó un día sobre la zona donde trabajo. Con posterioridad han caído varios cristales y la cornisa esta agrietada.

Para estas cosas y para seguridad no llega el presupuesto. Pero para ellos no les falta de nada ni les importa dejar las luces y las estufas todas las noches encendidas. ¡Viva el ahorro en la empresa publica!. Pagamos la cuenta entre todos...

Tanto Symvisa como EuskoTren tenían noticia de estos asuntos. Pero ninguno ha hecho nada. Y es que Symvisa también se las trae. Se la ha denunciado varias veces por incumplimientos de convenio y se convocaron un par de concentraciones. A pesar de mandar notas de prensa a los diferentes medios de comunicación, la repercusión en éstos fue nula. Debía de ser una noticia del siglo pasado.

Poco tiempo despues se inaugura la pagina web de EuskoTren. Esta noticia obviamente no puede pasar desapercibida a la prensa y la dan con fotografía incluida. Estamos en el siglo de las nuevas tecnologías y es noticia. ¿Acaso lo es más que 350 familias lleven cobrando dos años tarde y que tenga que salir a la calle porque ni Symvisa, ni EuskoTren, ni Inspección de Trabajo, ni la prensa nos hacen caso? ¿O es que la objetividad es virtual en este siglo?.

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El tranvía de EuskoTren nos lleva de vuelta a la Revolución Industrial. Y Symvisa... venga a echar carbón.

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