LAS SECUELAS DEL TEMPORAL

El Gobierno catalán, desbordado por el temporal

Cataluña, que rozó el caos, quedó aislada del resto de España por las principales carreteras

Cataluña vivió ayer una jornada al borde del caos por la ola de frío siberiano que azota por segundo día consecutivo el noreste de la Península. El peor temporal de nieve registrado en esta comunidad en 15 años, con temperaturas extremas de hasta 10 grados bajo cero, afectó incluso a la costa. Hasta 30 carreteras cortadas, entre ellas dos autopistas (A-7 y A-2); otras 55 en las que era obligatorio el uso de cadenas; más de 2.000 personas atrapadas en sus vehículos durante 24 horas; ciudades y pueblos incomunicados; varias líneas de ferrocarril cortadas, y más de 30.000 usuarios sin suministro ...

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Cataluña vivió ayer una jornada al borde del caos por la ola de frío siberiano que azota por segundo día consecutivo el noreste de la Península. El peor temporal de nieve registrado en esta comunidad en 15 años, con temperaturas extremas de hasta 10 grados bajo cero, afectó incluso a la costa. Hasta 30 carreteras cortadas, entre ellas dos autopistas (A-7 y A-2); otras 55 en las que era obligatorio el uso de cadenas; más de 2.000 personas atrapadas en sus vehículos durante 24 horas; ciudades y pueblos incomunicados; varias líneas de ferrocarril cortadas, y más de 30.000 usuarios sin suministro eléctrico, cifra que se redujo a la mitad a última hora de la tarde.

Carreteras y autopistas se convirtieron en una trampa para miles de ciudadanos

Cataluña se convirtió en una zona inaccesible por carretera desde el resto de España y desde Francia. El Gobierno de la Generalitat tuvo que prohibir a media mañana la circulación de vehículos pesados para no agravar la situación. La medida no impidió el caos en la red viaria de la comunidad autónoma y una oleada de críticas, tanto de ciudadanos afectados como de la oposición política, contra el Ejecutivo de Jordi Pujol por no prever una situación anunciada desde principios de semana.

Los servicios de emergencia se vieron desbordados por la magnitud del temporal, que castigó sobre todo a las comarcas centrales. La demanda de servicios de los centros de urgencia de la Generalitat se dobló en los casos de Lleida y Girona.

El consejero de Interior, Xavier Pomés, tuvo que realizar un llamamiento a la serenidad y pedir a la gente que no se desplazara con sus vehículos. Se trataba del enésimo, y desoído, requerimiento en toda la semana. El consejero culpó abiertamente a los ciudadanos de provocar el caos en las carreteras.

Los millares de automóviles no hicieron sino agravar una situación generada por los centenares de camiones atravesados en medio de las vías a causa de la nieve y las placas de hielo que se formaron debido a las bajas temperaturas. En algunos tramos la nieve alcanzó los 60 centímetros.

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El Ejército

La nacional II permaneció cortada desde Huesca hasta Esparreguera. Concretamente en el túnel del Bruc, unos 50 camiones impedían el acceso de las máquinas quitanieves, lo que obligó a la intervención de efectivos del Ejército de Tierra con helicópteros, camiones oruga y vehículos de transporte. El viernes por la noche, la Delegación del Gobierno ofreció la movilización de la Guardia Civil y de unidades del Ejército al Ejecutivo catalán. Éste aceptó ayer ante el agravamiento de la situación.

Pese a que la intervención del Ejército se pensó en un primer momento para ayudar a los técnicos de Fecsa-Endesa a llegar hasta las zonas más inaccesibles sin suministro eléctrico, su función se amplió a casos de salvamento y ayuda para desalojar automóviles y vehículos pesados. Agentes de la Guardia Civil apoyaron con el traslado de enfermos necesitados de atención médica urgente. En el túnel del Bruc fueron evacuadas unas 200 personas.

En la autopista A-7, en el paso fronterizo de La Jonquera, los Mossos d'Esquadra impidieron circular a los vehículos pesados, que fueron desviados a aparcamientos y al aeropuerto de Girona. Algunos de ellos burlaron los controles policiales, bien al continuar su ruta por carreteras secundarias o mintiendo a la policía sobre su destino final, según testimonios recogidos por este periódico.

La autopista A-7 estuvo cortada entre Tarragona y Cambrils, y por la mañana en el peaje de Martorell por la nieve acumulada, un fenómeno inusual al nivel del mar. La tempestad, que el viernes afectó fundamentalmente a Girona y Barcelona, se desplazó hacia el sur asolando algunas comarcas de Lleida y Tarragona. En esta última provincia las poblaciones de Llorach (Priorat) y de Solivella (Conca de Barberà) quedaron aisladas. Asimismo eran instransitables las nacionales 240 y 340, además de la N-II y la A-2, lo que dejó Cataluña descolgada en el mapa de carreteras. Esta última autopista se vio colapsada por centenares de vehículos atrapados.

Algunos ayuntamientos, como los de Lleida, Vic e Igualada, tuvieron que habilitar polideportivos o recintos feriales para albergar a un millar de afectados por el temporal. En Vic fueron 200 personas, 160 de las cuales participaban en el Campeonato de Cataluña de Natación. En el caso de Igualada fue más grave ya que la cifra de perjudicados se elevó a 800, que durante el día de ayer fueron trasladados a Barcelona en ferrocarril, menos un grupo de un centenar que decidieron quedarse. El consejero catalán de Interior manifestó que la máxima prioridad de su Gobierno era resolver la situación de las personas que se encontraban en esta circunstancia, antes que desbloquear el colapso viario.

Ayer de madrugada, una joven de 23 años falleció cuando su coche se salió de la calzada en el término municipal de Sitges, debido a las placas de hielo. Con esta víctima, ya son siete los muertos en carretera a causa del temporal. A media tarde, se registró un accidente en la A-2, en el término de Montblanc, en el que se vieron implicados tres autobuses y dos turismos. En uno de los autocares viajaban unos cuarenta jubilados, que pasaron la noche en un colegio de Montblanc. La circulación de trenes de Renfe y de Ferrocarrils de la Generalitat fue recuperando poco a poco la normalidad, menos en el tramo de Igualada y Olesa de Montserrat. El temporal también obligó a la suspensión de numerosas competiciones deportivas.

Decenas de camiones y coches, atrapados en la A-7 a la altura de Cambrils.JOSEP LLUÍS SELLART

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