La red de metro de Sevilla estará acabada en diez años y costará 200.000 millones

Las cuatro líneas de la red básica del metro de Sevilla estarán funcionando dentro de diez años y costarán alrededor de 200.000 millones de pesetas, según aseguró ayer el presidente de la Sociedad Metro, Alejandro Rojas-Marcos, que espera que las obras de la primera línea empiecen a final de 2002 o principios de 2003. Entre las cuatro, recorrerán alrededor de 50 kilómetros y pararán en 72 estaciones. El Gobierno central, la Junta y el Ayuntamiento recibirán dentro de unos días el proyecto y tienen un mes para presentar alegaciones.

El proyecto básico ya está listo, aunque 'no todo está ...

Las cuatro líneas de la red básica del metro de Sevilla estarán funcionando dentro de diez años y costarán alrededor de 200.000 millones de pesetas, según aseguró ayer el presidente de la Sociedad Metro, Alejandro Rojas-Marcos, que espera que las obras de la primera línea empiecen a final de 2002 o principios de 2003. Entre las cuatro, recorrerán alrededor de 50 kilómetros y pararán en 72 estaciones. El Gobierno central, la Junta y el Ayuntamiento recibirán dentro de unos días el proyecto y tienen un mes para presentar alegaciones.

El proyecto básico ya está listo, aunque 'no todo está cerrado', según el presidente de la Sociedad Metro. Aún quedan sueltas algunas decisiones técnicas que dependerán, en gran medida, de las condiciones que imponga la declaración de impacto ambiental, que deberá obtener el visto bueno de la Junta.

Los ministerios de Fomento y Medio Ambiente, la Subdelegación del Gobierno, el Ayuntamiento de Sevilla y la Consejería de Medio Ambiente tienen un mes para presentar alegaciones. Después, podrán hacer lo propio los ciudadanos. A partir de marzo de 2002 se elaborarán los pliegos y después del verano empezará la licitación del concurso de la línea uno.

Rojas-Marcos calcula que el coste total de la red de metro alcanzará los 200.000 millones de pesetas. La primera línea unirá el Parque de Los Príncipes con la Universidad Pablo Olavide y tendrá un recorrido de nueve kilómetros, con una separación media de 650 metros entre cada una de sus 14 estaciones.

La mayor parte de esta línea, cuyo coste rondará los 45.000 millones de pesetas, discurre en subterráneo y aprovechará los casi cuatro kilómetros de túneles y las cinco estaciones que se construyeron en la década de 1980.

El metro tardará 17 minutos en recorrer toda la línea, por la que, según las previsiones que maneja la Sociedad Metro, pasarán cada día unos 65.000 viajeros. Para garantizar el buen funcionamiento del servicio harán falta, como mínimo, 16 coches bidireccionales.

La línea dos, que atravesará el casco histórico y unirá la Isla de la Cartuja con Torreblanca, será la más cara. Según los primeros cálculos, costará 48.000 millones de pesetas, tendrá 17 estaciones y recorrerá 13 kilómetros, más un ramal de otros cuatro para llegar desde el barrio de Torreblanca hasta el aeropuerto.

La línea tres abarcará 11 kilómetros, entre Pino Montano y Los Bermejales, parará en 18 estaciones y costará 46.000 millones, 2.000 más que la cuatro, que tendrá 15 kilómetros y unirá Tablada y Bami a lo largo de 23 estaciones.

Según Rojas Marcos, las decisiones se han tomado con el 'método multicriterio', en el que se han tenido en cuenta factores económicos, medioambientales y de tráfico, además de aspectos funcionales como la velocidad comercial, el ahorro de tiempo y la movilidad.

Una de las decisiones que aún están en el aire es cómo salvará la línea uno el río Guadalquivir. De momento se barajan tres posibilidades: en subterráneo, en superficie a través de uno de los puentes existentes o en superficie mediante un puente nuevo.

Lo que sí está decidido es que el casco histórico se atravesará siempre por debajo. Para el resto del trazado, hay que sopesar el impacto ambiental del metro en superficie frente al encarecimiento del subterráneo. Según Rojas Marcos, 'siempre que se pueda', se optará por la superficie 'porque la proporción en coste es de tres a uno'. Para el recorrido subterráneo, se han definido dos métodos constructivos: mediante tuneladoras o en pantalla, que implica una profundidad menor. 'La obra se hace a cielo abierto y luego se tapa', explicó Rojas-Marcos.