Reportaje:

Los Bulls reniegan de Jordan

La guía del Chicago suprime el gran despliegue biográfico del jugador que le dio seis títulos de la NBA y lo reduce a fríos datos estadísticos

Nombre, peso, estatura, universidad de procedencia y un frío cuadro de estadísticas. Su nombre no merece un tamaño de letra más grande que el de los demás. Es el mismo que el de cualquier otro baloncestista que haya pasado por el club, tanto si sólo ha jugado un encuentro como si ni siquiera ha lanzado un tiro libre. No hay un destacado o un asterisco que invite a leer unas líneas más abajo un mínimo dato biográfico o el brillante palmarés del mejor de todos los tiempos. Los Bulls de Chicago limitan a meros números la historia de Michael Jordan y sus seis títulos de campeón logrados en el dece...

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Nombre, peso, estatura, universidad de procedencia y un frío cuadro de estadísticas. Su nombre no merece un tamaño de letra más grande que el de los demás. Es el mismo que el de cualquier otro baloncestista que haya pasado por el club, tanto si sólo ha jugado un encuentro como si ni siquiera ha lanzado un tiro libre. No hay un destacado o un asterisco que invite a leer unas líneas más abajo un mínimo dato biográfico o el brillante palmarés del mejor de todos los tiempos. Los Bulls de Chicago limitan a meros números la historia de Michael Jordan y sus seis títulos de campeón logrados en el decenio de los 90. Ésta es la gran novedad de su guía oficial de la temporada 2001-2002.

El libro, de 352 páginas, ha borrado casi todos los indicios que recuerden el paso de Jordan por los Bulls. Algo muy distinto a lo que sucedía en ediciones anteriores. En el número 23, por ejemplo, se le daba un trato preferencial a pesar de estar ya retirado. Y en el del curso precedente nada más y nada menos que 12 páginas estaban destinadas a la gran estrella, igual que en el de hace dos. Una foto a doble página de su estatua en el exterior del United Center y una reproducción de sus estadísticas en los encuentros en los que consiguió 69 puntos, ante el Cleveland, y 63, ante el Boston. Tres páginas recogían su biografía y dos más sus mejores imágenes. El cierre era una gran foto a doble página: Jordan, suspendido en el aire antes de obtener ante Bryon Russell la canasta que valió el sexto anillo. Sin embargo, ese mismo momento casi pasa inadvertido en la última edición y ocupa un pequeño recuadro.

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'Referencia, no 'marketing'

'Nuestra guía es un libro de referencia, no un producto de marketing. Nada tiene que ver con un desquite por el retorno de Jordan a la NBA con un nuevo uniforme [el de los Wizards de Washington, a los que en la madrugada española de ayer condujo a la victoria ante los Heat de Miami (82-80) con 25 puntos, seis rebotes y siete asistencias]', alega Marianne Caponi, una de las editoras de la obra.

'El espacio de su biografía lo hemos ocupado con datos que no venían reflejados en las anteriores guías. Por primera vez se recogen las estadísticas de todos los jugadores que han pasado por el club. Si alguien quiere recordar a Jordan, que entre en nuestra página web', aconseja Caponi.

Detrás de este sorprendente cambio en la línea editorial hay quien ve la mano negra del vicepresidente de Operaciones del equipo, Jerry Krause, responsable para algunos de la marcha de Phil Jackson de los Bulls y de la propia retirada de Jordan. Su reacción después de que se confirmara el regreso a las canchas de su antiguo jugador fue de lo más fría.

Precisamente, Jordan ha reconocido que una de las claves para el éxito del Chicago fue mantener apartado a Krause de cualquier decisión referente al conjunto. El directivo quiso apuntarse ante la opinión pública el tanto de que los triunfos del equipo eran en buena parte gracias a él. Pero ni Jackson ni Jordan compartían ese criterio, por lo que le calificaron de mentiroso. Hace un mes, Jordan incluso declaró que habría seguido jugando en el Chicago después de lograr el sexto título, pero que Krause no hizo nada para retenerlo.

Lo cierto es que, ahora que está con los Wizards, los Bulls esconden su pasado y no reservan ni una página de su historia a Jordan, el baloncestista que les hizo grandes.

Michael Jordan, en su etapa de Chicago.AP

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