Indignación e impotencia
Escribo estas líneas dominado por sensaciones de indignación e impotencia. Esta mañana, sobre las 10.15, haciendo mi recorrido por las rondas en el tramo Cuatro Caminos, Orense y el paseo de la Castellana, observo la presencia de una cuadrilla de jóvenes intentando abrir las puertas de los vehículos atrapados en el atasco, sorprendiendo a los conductores e intentando volcarles. He podido ver cómo un conductor arrimó su vehículo al de una señora a la que intentaban agredir 'emparedando' al agresor y evitando que pudiera consumar su propósito, hasta que el disco verde nos permitió reanudar la ma...
Escribo estas líneas dominado por sensaciones de indignación e impotencia. Esta mañana, sobre las 10.15, haciendo mi recorrido por las rondas en el tramo Cuatro Caminos, Orense y el paseo de la Castellana, observo la presencia de una cuadrilla de jóvenes intentando abrir las puertas de los vehículos atrapados en el atasco, sorprendiendo a los conductores e intentando volcarles. He podido ver cómo un conductor arrimó su vehículo al de una señora a la que intentaban agredir 'emparedando' al agresor y evitando que pudiera consumar su propósito, hasta que el disco verde nos permitió reanudar la marcha.
Intenté de forma reiterada y prolongada comunicar el hecho al 091 y 092, obteniendo por toda respuesta una grabación que decía: 'Los agentes están ocupados, espere o llame más tarde'.
Puede deducirse de todo esto el nivel de indefensión que estos sucesos producen, y que, al parecer, son frecuentes, según me confirma la Policía Nacional, con la que he logrado comunicar a las siete de la tarde. Ésta me reitera su incapacidad para poner freno a este tipo de actuaciones delictivas. Ante situaciones así, me pregunto qué nos queda por hacer o por reclamar de nuestras autoridades.