El Derecho como pasatiempo
Una profesora de la UNED elabora cuadernos de juegos para repasar el temario de Civil
Una profesora de la UNED elabora cuadernos de juegos para repasar el temario de Civil
La idea de una clase universitaria 'divertida' parece una utopía. Pero es un reto para la profesora de Derecho Civil de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), María Teresa Bendito. 'Llegué a la UNED en 1992. Venía de la Carlos III de Madrid, y lo que más echaba en falta era el trato directo con los alumnos. Necesitaba una manera de estimular a un alumnado mayor y que tiene poco tiempo', explica. Así surgió la colección Juegos jurídicos, 17 fascículos de pasatiempos en los qu...
Una profesora de la UNED elabora cuadernos de juegos para repasar el temario de Civil
La idea de una clase universitaria 'divertida' parece una utopía. Pero es un reto para la profesora de Derecho Civil de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED), María Teresa Bendito. 'Llegué a la UNED en 1992. Venía de la Carlos III de Madrid, y lo que más echaba en falta era el trato directo con los alumnos. Necesitaba una manera de estimular a un alumnado mayor y que tiene poco tiempo', explica. Así surgió la colección Juegos jurídicos, 17 fascículos de pasatiempos en los que se repasa el temario de la asignatura.
En la UNED ya existe un sistema de cuadernillos, pero son mucho más serios. Nada de sopas de letras, juegos de lógica, ilustraciones o crucigramas. Ahí ha estado la parte más difícil: encontrar un diseño atractivo y una editorial, La Ley, que se atreviera con el proyecto. 'Al final, la editorial está muy contenta. Ha sacado más ejemplares de lo acordado [cuestan 500 pesetas cada uno], y se están vendiendo más de lo que esperábamos', afirma.
'Reconozco que ha habido quien me ha dicho que este trabajo es una frivolidad y una extravagancia, y sé que probablemente sea un choque para la comunidad universitaria', admite la profesora. 'Pero también he contado con la aprobación de grandes profesores y juristas, como Manuel García Garrido, que fue el primer rector de la UNED; el magistrado Antonio Gullón [autor, junto con Luis Díez-Picazo, de uno de los manuales de Derecho Civil más vendidos], y el decano del Colegio de Registradores, Antonio Pau, entre otros', enumera orgullosa Bendito.
Muchos de estos personajes aparecen en los cuadernillos, como protagonistas de las secciones Quién es quién o Grandes maestros. Otros capítulos son Textos jurídicos, Palabras, palabrotas, palabrotones (máximas, brocardos, apotegmas y regulae iuris) y Lógica jurídica, uno de los apartados de los que más orgullosa se muestra la autora 'porque cuesta mucho hacer unos esquemas claros'. 'Se parecen mucho a los que utilizo en mis clases', añade.
Tanto la profesora como la diseñadora, María del Carmen Bendito, utilizan en los cuadernillos 'todo lo que había a mano'. Así, por ejemplo, para explicar el derecho de familia han recurrido a las barajas de las familias con las que jugaban 'de pequeñas'; el hundimiento del Titanic sirve para proponer hipótesis acerca del derecho de sucesión e incluso utilizan anécdotas de familiares para plantear preguntas. En los fascículos no faltan las soluciones. 'Se trata de un sistema que puede compartirse y abordarse en cualquier rato libre; no podíamos dejar al alumno pendiente de saber si había contestado bien o mal', comenta Bendito. (Las soluciones a las ilustraciones de esta página se ofrecen en El País Digital, www.elpais.es).
Con los cuadernillos en las librerías jurídicas y en las de la UNED, Bendito confiesa que ha ido perdiendo 'poco a poco el miedo que tenía al principio'. Además, profesores de otras asignaturas y de otras facultades, como la de Filosofía, se han interesado ya por adaptar el proyecto. Como se lee en la contraportada de Juegos jurídicos, 'si de pequeños aprender es un juego, ¿por qué no seguir jugando?'.
'Si te ríes, aprendes mejor'
No se trata de un 'aburrido texto jurídico'. En Juegos jurídicos hay una constante presencia de sentido del humor. 'Si te ríes, aprendes mejor', señala el autor de las viñetas, el profesor de Derecho Civil y dibujante José María Corral. 'A todos nos resulta más fácil recordar un chiste que un articulado', y ése es parte del sentido de las ilustraciones, explica Corral. Además, en todos los fascículos aparece un monigote que contribuye a darles unidad. Se trata de Dolo, o 'Dolillo para los amigos', un diablillo que actúa de vínculo entre las pruebas, reprocha los fallos y sirve de acicate a los lectores. 'Dolo, en Derecho, quiere decir mala fe', explicó su creador, 'pero en este caso también sirve para dar pistas y actuar de desfacedor de entuertos', matiza. Con un estilo situado entre Ibáñez y Forges, los dibujos del profesor también eran parte del carácter didáctico del proyecto. 'Todo está relacionado. El Derecho se presta al humor, porque se puede jugar con el doble sentido de las palabras, que para un abogado significan una cosa y para un lego otra'. Por ejemplo, en las imágenes de Corral 'la mora no es la esposa del moro', 'cuidar con la diligencia propia no es utilizar un carruaje de caballos' y 'pedir clemencia no es hincarse de rodillas', añadió. Parte del trabajo como ilustrador de Corral ha sido recogido en un libro, In animus iocandi, que Forges ha prologado y que acaba de salir al mercado. El autor falleció el mes pasado sin ver la obra terminada.