Muere la británica que probó el nuevo tratamiento contra el mal de las 'vacas locas'

Rachel Forber, la británica que empezó en agosto a probar la quinacrina (un fármaco patentado para combatir la malaria) para combatir la variante humana de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, falleció el domingo pasado, según declaró su padre a la cadena de televisión BBC.

El padre de Forber acudió en agosto a la Universidad de California en San Francisco, desesperado por el estado, casi inmóvil, de su hija. Allí, el equipo del premio Nobel Stanley Prusiner accedió a tratarla de forma compasiva con quinacrina, un medicamento que en cultivos celulares de ratón impedía la acumulación de p...

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Rachel Forber, la británica que empezó en agosto a probar la quinacrina (un fármaco patentado para combatir la malaria) para combatir la variante humana de la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, falleció el domingo pasado, según declaró su padre a la cadena de televisión BBC.

El padre de Forber acudió en agosto a la Universidad de California en San Francisco, desesperado por el estado, casi inmóvil, de su hija. Allí, el equipo del premio Nobel Stanley Prusiner accedió a tratarla de forma compasiva con quinacrina, un medicamento que en cultivos celulares de ratón impedía la acumulación de priones (forma anómala de una proteína), que son los causantes de la versión humana de la enfermedad de las vacas locas.Forber mejoró 'espectacularmente', según su familia, y llegó a levantarse de la silla de ruedas, a caminar e incluso a nadar. Pero la enferma tuvo que dejar el tratamiento debido a sus efectos sobre el hígado.

Más información

El caso de Forber obligó a los Gobiernos de Francia y España a autorizar el uso compasivo de la quinacrina y de la la clorpromazina. En España, Sanidad ha permitido su empleo en al menos dos pacientes, sin que haya noticias de que hayan mejorado.

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