El Parlamento reelige por unanimidad a Chamizo para un segundo mandato como Defensor del Pueblo

El Parlamento eligió ayer por segunda vez consecutiva a José Chamizo como Defensor del Pueblo Andaluz por casi unanimidad -se registraron cuatro votos en blanco- y aprobó también, por lectura única, la modificación de la ley que rige esta figura para ampliar de tres a cuatro el número de adjuntos del defensor. Chamizo anunció que para la nueva etapa pretende implantar una especie de 'oficina móvil' para estar cada mes en una de las provincias y romper con el 'centralismo' de la institución.

Ni en la votación para confirmar a Chamizo en el cargo, que fue secreta y nominal, ni en la del c...

El Parlamento eligió ayer por segunda vez consecutiva a José Chamizo como Defensor del Pueblo Andaluz por casi unanimidad -se registraron cuatro votos en blanco- y aprobó también, por lectura única, la modificación de la ley que rige esta figura para ampliar de tres a cuatro el número de adjuntos del defensor. Chamizo anunció que para la nueva etapa pretende implantar una especie de 'oficina móvil' para estar cada mes en una de las provincias y romper con el 'centralismo' de la institución.

Ni en la votación para confirmar a Chamizo en el cargo, que fue secreta y nominal, ni en la del cambio de la ley hubo apenas palabras: tan sólo la lectura de las exposiciones. El acuerdo total de los cinco grupos parlamentarios hizo posible que la tramitación de ambas iniciativas se hiciese en un pispás, ya que los portavoces renunciaron a hacer uso de su turno.

Los cinco grupos suscribieron una proposición de ley que amplía a cuatro el número de adjuntos al defensor, uno a propuesta de cada partido -el nuevo corresponderá al PSOE-, en los que podrá delegar sus funciones y entre los que designará al que le auxilie en las labores del defensor del menor. El propio Chamizo explicó ayer que no se trata de crear la figura del defensor del menor, como se ha entendido en algunos foros, puesto que es incompatible con la propia ley del Defensor de Andalucía, si no dedicar a uno de los adjuntos a estas tareas.

Chamizo, de 52 años, es sacerdote y licenciado en Historia de la Iglesia e Historia Contemporánea. Vinculado al apoyo y asistencia de los problemas de drogodependencias, así como la lucha contra la marginación, especialmente en el Campo de Gibraltar, fue elegido defensor en 1996, con el respaldo unánime del arco parlamentario. Ayer, en los pasillos de la Cámara comentó a los periodistas que se siente satisfecho al ser confirmado en el cargo por todos los grupos para cinco años más, pero 'sólo desde el punto de vista de la evolución del trabajo, porque las situaciones no son fáciles'. Chamizo dijo que será necesario abrir nuevas vías y avanzó que uno de sus proyectos es implantar una especie de oficina móvil para estar cada mes en una de las provincias, tener más presencia y romper con el centralismo de la institución. Otra de las prioridades es abordar el problema de la vivienda: 'Si es un derecho fundamental, por qué cuesta tanto, por qué la gente se tiene que pasar la vida pagando hipotecas'.

De forma inmediata, el Defensor del Pueblo tiene previsto dar a conocer dos informes, uno sobre prostitución y otro sobre los procedimientos terapéuticos para la drogodependencia.