QUINTA CRISIS DEL GOBIERNO CATALÁN

El nombramiento de Espadaler refuerza la posición de Unió en el Gobierno catalán

Felip Puig manejará en Obras Públicas el 55% de las inversiones del presupuesto de la Generalitat

Jordi Pujol volvió a sorprender ayer a propios y extraños con su pirueta para resolver la crisis de gobierno y otorgar una nueva cartera a Unió sin que tal maniobra significara un debilitamiento político de Felip Puig, quizá una de las personas con mayor crédito entre las bases convergentes. Puig ni abandona el Ejecutivo -pasará de Medio Ambiente a dirigir Obras Públicas- ni ocupará la secretaría general adjunta de CiU, una de las condiciones del líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, quien además consigue colocar a uno de sus hombres de confianza, Ramon Espadaler, al frente de Medio Ambien...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Jordi Pujol volvió a sorprender ayer a propios y extraños con su pirueta para resolver la crisis de gobierno y otorgar una nueva cartera a Unió sin que tal maniobra significara un debilitamiento político de Felip Puig, quizá una de las personas con mayor crédito entre las bases convergentes. Puig ni abandona el Ejecutivo -pasará de Medio Ambiente a dirigir Obras Públicas- ni ocupará la secretaría general adjunta de CiU, una de las condiciones del líder de Unió, Josep Antoni Duran Lleida, quien además consigue colocar a uno de sus hombres de confianza, Ramon Espadaler, al frente de Medio Ambiente.

Más información

Una reunión entre Pujol y Duran, que comenzó el miércoles por la noche y se prolongó hasta casi las dos de la madrugada, sirvió para encauzar una de las crisis que más ha traído de cabeza al presidente de la Generalitat, ya que la venía arrastrando desde que se decidió a nombrar a Artur Mas conseller en cap del Ejecutivo, en enero de este año. Y todo por culpa del pulso que han mantenido ambos dirigentes por el veto de los democristianos a que Felip Puig ocupara la secretaría general adjunta de la federación de Convergència i Unió (CiU). Finalmente será Pere Macias, otro de los dirigentes de Convergència con más apoyo entre el sector soberanista, quien se hará cargo de la secretaría general adjunta de CiU y la del propio partido.

La solución ha satisfecho a todos. Convergència mantiene en el Gobierno a Felip Puig -junto a Artur Mas, el consejero con más complicidades con los hijos de Jordi Pujol-, quien en Política Territorial y Obras Públicas manejará un nada despreciable 55% de las inversiones del presupuesto de la Generalitat. Y sitúa a Macias, otro de los dirigentes territoriales que más han escalado en el partido, para reforzar el organigrama interno de CDC y de la federación.

Pero es Duran el que sale victorioso tras el órdago que le ha lanzado a Pujol. El líder democristiano, que en febrero de este año se atrevió a plantar al presidente y abandonar con cajas destempladas el Gobierno, ve reforzado su papel en el mismo Ejecutivo.

Como consecuencia del pacto de federación, que ambos partidos firmarán oficialmente el 2 de diciembre, a los democristianos les correspondía un nuevo departamento. A partir del próximo miércoles, cuando los nuevos consejeros tomen posesión de sus cargos, Unió sumará el Departamento de Medio Ambiente a los de Gobernación y Relaciones Institucionales, Trabajo y Justicia. El Consell Executiu del martes se celebrará con la actual composición. Éste es el quinto reajuste gubernamental que Jordi Pujol realiza en su Gobierno desde las elecciones.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Con esta reestructuración, Duran coloca en Medio Ambiente a una de las personas de su máxima confianza, Ramon Espadaler, a quien ya eligió para la Dirección General de Administración Local cuando se hizo cargo del Departamento de Gobernación tras las autonómicas de 1999. Espadaler, a quien muchos ven como el delfín de Duran, ha seguido una carrera meteórica en el partido democristiano.

Tras esta crisis, el líder de Unió ha logrado también marcar el ritmo de las negociaciones. Convergència -Artur Mas no se cansó de repetirlo en público y privado- apostaba por realizar los cambios tras la firma del pacto de federación el 2 de diciembre y designar también al secretario general adjunto de CiU, pero Duran tenía prisa. Hoy viernes preside en Cornellà una multitudinaria cena con 4.000 comensales para conmemorar el 70º aniversario de la creación de Unió Democràtica y debía ofrecer a la militancia algo más que un simple pacto de federación. Duran se presentará, sin lugar a dudas, con las manos llenas, pero no a rebosar.

Pujol y Duran han aparcado de momento el asunto más espinoso que le queda por resolver a CiU: la designación de los cabezas de lista al Congreso de Diputados para las generales de 2004 y a la alcaldía de Barcelona para 2003. Aunque Duran Lleida esquiva cualquier pregunta al respecto -reitera que se presentará a los comicios autonómicos haciendo tándem con Mas-, ningún dirigente democristiano esconde que el partido trabaja para obtener la candidatura de las generales. Y proponen a Xavier Trias, actual portavoz de CiU en la Cámara baja, para batirse con el socialista Joan Clos para la alcaldía de Barcelona.

Ayer, todos los dirigentes de CiU se felicitaron por el resultado de las negociaciones y destacaron que los cambios refuerzan la coalición. El presidente Jordi Pujol aseguró en Lieja (Bélgica) que los nombramientos 'garantizan una coalición compacta y un Gobierno bien trabado. Eran dos cambios idóneos para poner las cosas en su punto'. El futuro consejero de Política Territorial y Obras Públicas, Felip Puig, insistió en esta idea y manifestó que CiU está a punto para afrontar el relevo general de futuro. Frente a las críticas de la oposición, que calificó de 'partidistas' los cambios, Puig dijo que 'están hechas desde la lógica y natural impotencia de comprobar la consolidación de la federación de CiU'. En cambio, Duran Lleida declaró que 'todos los reajustes de Gobierno son partidistas y una práctica habitual en todos los sistemas democráticos'.

Archivado En