Vecinos, historiadores y asociaciones ecologistas se muestran unidos contra un complejo proyecto

La protesta contra la ampliación del Museo del Prado a costa del claustro de la iglesia de los Jerónimos halló eco beligerante en entidades tan distintas como la Federación de Asociaciones de Vecinos, el Instituto de Estudios Madrileños, la Real Academia de la Historia u organizaciones como Ecologistas en Acción. El barrio ha visto cubiertos muchos de sus balcones con carteles contra la ampliación desde hace tres años.

Naturalmente, las discrepancias con el proyecto del arquitecto Rafael Moneo fueron fundadas en argumentos tan variados como las tonalidades ideológicas de cada una de las...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La protesta contra la ampliación del Museo del Prado a costa del claustro de la iglesia de los Jerónimos halló eco beligerante en entidades tan distintas como la Federación de Asociaciones de Vecinos, el Instituto de Estudios Madrileños, la Real Academia de la Historia u organizaciones como Ecologistas en Acción. El barrio ha visto cubiertos muchos de sus balcones con carteles contra la ampliación desde hace tres años.

Naturalmente, las discrepancias con el proyecto del arquitecto Rafael Moneo fueron fundadas en argumentos tan variados como las tonalidades ideológicas de cada una de las entidades discrepantes. Pero el denominador común de la mayor parte de las críticas consistía en que ninguno de los miembros de estos colectivos acertaba a explicarse cómo para fortalecer -mediante su ampliación- un ámbito arquitectónico neoclásico como el que configura el gran museo ideado por Juan de Villanueva era necesario desmantelar el único escenario renacentista, junto con la Capilla del Obispo, con el que Madrid cuenta (los Jerónimos fue sede de las Cortes de Castilla en 1510). Así quedó de manifiesto en numerosos foros, como el Ateneo de Madrid, donde el asunto fue debatido.

Más información

Además, la idea de la ampliación se asocia siempre a una extensión de superficie nueva, pero la del Museo del Prado nunca ha sido percibida como tal por quienes la critican, sino más bien como un repliegue o, en el peor de los casos, como una mera ingestión del claustro de los Jerónimos por parte del Prado, en cuyo ámbito quedaría digerido.

Para María Moncada, de la Plataforma SOS-Museo del Prado, 'la ampliación destruirá la personalidad topográfica del contorno, al deshacer el talud natural que dota al eje Prado-los Jerónimos de una singularidad paisajística única'. A su juicio, estas alteraciones violentan la Ley del Patrimonio Artístico de 1985. Y agrega: 'Es imposible además que el proyecto de Rafael Moneo, tal como está concebido, respete la nueva normativa anti-incendios'.

Un portavoz de Ecologistas en Acción consideró recientemente que las excavaciones previas a la ampliación del Prado 'podrían desproveer de su riego natural al cercano Jardín Botánico, degradando la capa freática de este vergel centenario'. Entre quienes se oponen a la ampliación causó sorpresa y decepción la retirada de los recursos presentados ante el Tribunal Supremo por el constructor Pedro Fábregas, tras una conversación con Eduardo Serra, ex ministro de Defensa, que hoy preside el Patronato del Prado.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En