Comienza al fin la restauración de los frescos de San Antonio de la Florida

Las mujeres con mantilla que se asoman desde lo alto de la cúpula de la ermita de San Antonio de la Florida, y que Francisco de Goya inmortalizó en 1798 como parte del bullicio expectante ante uno de los milagros del santo, van a experimentar un lavado de cara. A partir del próximo lunes, y durante 15 meses, cinco restauradores se afanarán en recuperar los colores y las formas originales de las pinturas murales de la ermita, que cada año contemplan miles de personas. Y, para no entorpecer las visitas ni verse obligado a cerrar la iglesia, el Ayuntamiento de Madrid ha ideado una peculiar plataf...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Las mujeres con mantilla que se asoman desde lo alto de la cúpula de la ermita de San Antonio de la Florida, y que Francisco de Goya inmortalizó en 1798 como parte del bullicio expectante ante uno de los milagros del santo, van a experimentar un lavado de cara. A partir del próximo lunes, y durante 15 meses, cinco restauradores se afanarán en recuperar los colores y las formas originales de las pinturas murales de la ermita, que cada año contemplan miles de personas. Y, para no entorpecer las visitas ni verse obligado a cerrar la iglesia, el Ayuntamiento de Madrid ha ideado una peculiar plataforma hidráulica que, a modo de andamio elevador, permitirá a los expertos trabajar en las alturas sin bloquear el paso.

'Es un sistema nuevo: cuando entran los visitantes, la plataforma se eleva, y así los restauradores pueden seguir con su labor' sin molestar ni ser molestados, según explica Carmen Herreros, directora municipal de Museos. Los problemas iniciales, como la pequeña vibración que presentaba la plataforma (y que habría impedido a los expertos cumplir con precisión su tarea), ya han sido solventados. Ahora, la iglesia se enfrenta a más de un año de restauración, que costará 50 millones de pesetas (el ascensor-andamio ha costado ya 20 millones) y que llega con retraso, ya que fue aprobada por el Consistorio en 1999.

La ermita de San Antonio de la Florida fue construida por un arquitecto italiano a finales del siglo XVIII y terminada en 1798. Ese año, y en sólo 120 días, Goya realizó la decoración al fresco de la pequeña iglesia. Las pinturas de la cúpula representan una única escena: el milagro que, según la leyenda, san Antonio de Padua hizo en Lisboa resucitando a su padre para que pudiera defenderse ante los jueces de un delito que no había cometido. Ésa es al menos la teórica inspiración de los frescos, porque la realidad es que el trasfondo religioso queda relegado ante el torbellino popular (con más pinta de madrileño que de lisboeta) que observa la escena, acodado en las barandas de la cúpula como si de los tendidos de una plaza de toros se tratase.

Plataforma hidráulica sobre la que trabajarán los restauradores en la ermita de San Antonio de la Florida.MANUEL ESCALERA
Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Sobre la firma

Archivado En