Crítica:FILOSOFÍA

El Kant nuestro de cada día

No parece fácil decir algo nuevo sobre Kant. Aventurarse a ello es lo que intenta Rodríguez Aramayo en esta propuesta de un Kant para problemas cotidianos. Aparece aquí una filosofía moral kantiana que resiste muy bien los retos de la posmodernidad.

En algunos giros contemporáneos de la filosofía moral se ha producido una tendencia cientista que proclama como única senda adecuada de la investigación el estudio de la génesis biológico-social de nuestras normas morales y que, por tanto, considera que la determinación evolutiva de las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones es la ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

No parece fácil decir algo nuevo sobre Kant. Aventurarse a ello es lo que intenta Rodríguez Aramayo en esta propuesta de un Kant para problemas cotidianos. Aparece aquí una filosofía moral kantiana que resiste muy bien los retos de la posmodernidad.

En algunos giros contemporáneos de la filosofía moral se ha producido una tendencia cientista que proclama como única senda adecuada de la investigación el estudio de la génesis biológico-social de nuestras normas morales y que, por tanto, considera que la determinación evolutiva de las consecuencias a largo plazo de nuestras acciones es la exclusiva manera correcta de analizar nuestra conducta moral. Parte de ese programa es lo que Ken Binmore ha llamado deskantianizar a Rawls. No estaría de más que algunos filósofos morales conocieran mejor los resultados de ese tipo de investigación, sobre todo para no tratar de trazar a priori un mapa de nuestro mundo moral quedándose con una fenomenología moral ayuna de causalidad alguna. Sin embargo, otro tanto cabría decir del evolucionista consecuencialista que propone tirar por la borda buena parte de nuestra tradición cultural como inadecuada.

IMMANUEL KANT. LA UTOPÍA MORAL COMO EMANCIPACIÓN DEL AZAR

Roberto Rodríguez Aramayo EDAF. Madrid, 2001 220 páginas. 1.500 pesetas

En este nuevo libro sobre Kant, escrito por un gran conocedor de su obra, se muestra bien por qué no se trata de deskantianizar a nadie. Tomarnos en serio como agentes nos coloca en el camino de una estimación más correcta de nuestras posibilidades de acción moral. Por decirlo con brevedad, éste es un libro básico que deberían leer con atención todos los naturalizadores ingenuos. Esta 'utopía moral como emancipación del azar', como reza el subtítulo, nos remite a esclarecer algunos componentes de ese sujeto agente responsable. Aramayo es ya un 'clásico' contemporáneo por lo que se refiere a la edición de Kant al castellano. En apéndice al libro aparecen las diversas ediciones que, a pesar de su relativa juventud, ha realizado de la obra de Kant; listado que resulta sencillamente impresionante. Desde ese conocimiento detallado de la obra de Kant brotan ideas de un gran calado filosófico. Cómo emanciparse del azar o, por utilizar una expresión de Elster, 'cómo domar la suerte', es una preocupación humana, y casi sobrehumana; la moral como mecanismo para sortear el azar, como elemento que puede cimentar una sociedad, como superador de la 'insociable sociabilidad' humana, ése me parece que es uno de los grandes logros de este trabajo.

Algunas otras cosas merecen destacarse. No resulta redundante la 'sucinta' biografía de Kant, salpicada de algunas anécdotas bien conocidas y de otras no tan frecuentemente comentadas. No es tampoco secundario, por su utilidad, la bibliografía en la que aparecen los escritos de Kant con sus traducciones al español, además de la antología de textos kantianos traducidos por Aramayo, que pueden ser una herramienta introductoria al pensamiento moral kantiano. En todo caso queda bien claro que Kant 'lejos de invitarnos a quedarnos con los brazos cruzados para generar la confianza en que nuestra tarea es realizable y para que nos pongamos manos a la obra' (página 95). En fin, que tenemos Kant para rato.

Archivado En