CARTAS AL DIRECTOR

Muchas tildes

Sobre las cabezas de veintiún representantes del mundo de la cultura y la ciencia, acompañados por don Felipe de Borbón, fotografiados en el Teatro Campoamor (EL PAÍS, 27 de octubre de 2001), luce un cartel de la organización de los Premios Príncipe de Asturias en cuatro idiomas, anunciador de la ocasión que allí los reúne. No creo haber sido el único observador -quizás también lo haya hecho el señor Lázaro Carreter- que haya reparado en el excesivo número de tildes en la última línea, anunciando en castellano los Prémios Príncipe de Astúrias 2001 (sic). Quizás la costumbre tan arraigad...

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Sobre las cabezas de veintiún representantes del mundo de la cultura y la ciencia, acompañados por don Felipe de Borbón, fotografiados en el Teatro Campoamor (EL PAÍS, 27 de octubre de 2001), luce un cartel de la organización de los Premios Príncipe de Asturias en cuatro idiomas, anunciador de la ocasión que allí los reúne. No creo haber sido el único observador -quizás también lo haya hecho el señor Lázaro Carreter- que haya reparado en el excesivo número de tildes en la última línea, anunciando en castellano los Prémios Príncipe de Astúrias 2001 (sic). Quizás la costumbre tan arraigada de no colocar tildes a las letras mayúsculas esté dando paso al fenómeno contrario de ponerlas en aquellas palabras que no lo requieren, como 'premios' o 'Asturias'.

Álvarez Rendueles (¿Réndueles?, ¿Rendúeles?, Renduelés?) o Graciano García (¿Gárcia?, Garciá?) deberían tomar nota para no repetir el mismo cartel el próximo año.

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