El enfriamiento económico obliga a la gran banca a rebajar sus objetivos de crecimiento

BBVA y SCH reconocen que las nuevas condiciones exigen 'prudencia y moderación' en las cuentas

La incertidumbre económica está afectando a los planes de los dos grandes bancos, Santander Central Hispano (SCH) y BBVA. Ambas entidades están revisando sus ambiciosos objetivos de crecimiento para éste y el próximo año, contemplados en sus programas DOS y CREA. Esto implicará que los beneficios crezcan menos de lo previsto y que se frenen sus objetivos de expansión en América Latina. Por otra parte, esta situación puede acelerar el recorte de gastos y las prejubilaciones. El Banco Popular reconoce que en 2002 quizá no crezca al 20% como estaba anunciado.

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La incertidumbre económica está afectando a los planes de los dos grandes bancos, Santander Central Hispano (SCH) y BBVA. Ambas entidades están revisando sus ambiciosos objetivos de crecimiento para éste y el próximo año, contemplados en sus programas DOS y CREA. Esto implicará que los beneficios crezcan menos de lo previsto y que se frenen sus objetivos de expansión en América Latina. Por otra parte, esta situación puede acelerar el recorte de gastos y las prejubilaciones. El Banco Popular reconoce que en 2002 quizá no crezca al 20% como estaba anunciado.

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Pocas veces los dos grandes bancos españoles han estado tan de acuerdo como ahora: se acabaron las alegrías y toca guardar para cuando lleguen tiempos peores. Los atentados del 11 de septiembre han acelerado el enfriamiento económico, golpeando la confianza de los consumidores de Estados Unidos y Europa. La incertidumbre manda y, en estos tiempos, son pocos los clientes que acuden al banco para pedir créditos. Norteamérica se debate entre si llegará o no la recesión, mientras en Europa se reduce la tasa de crecimiento del Producto Interior Bruto desde el 2,5% inicial hasta el 1,5% para este año. Para 2002 las incógnitas son todavía mayores, mientras las empresas americanas parecen competir en una carrera de despidos.

Todo esto ha pillado al Santander Central Hispano (SCH) y BBVA con unos ambiciosos programas, anunciados ante los inversores, que ahora se están replanteando. El SCH se comprometió a ganar 2.854,8 millones de euros (475.000 millones de pesetas) en 2001 en marzo pasado. Unas semanas antes, Emilio Botín, presidente de la entidad, había anunciado que ganarían 3.005 millones de euros (medio billón de pesetas) este año. Botín explicó el cambio 'porque este año toca consolidar nuestras posiciones y fortalecer el balance'.

Programas ambiciosos

En junio pasado, cuando ya había estallado la crisis de poder en el consejo de administración de la entidad, el SCH presentó su nuevo Programa DOS, con los objetivos de 2003 (ver cuadro). Según este plan, el beneficio por acción debía crecer un 20% anual para que en 2003 el banco ganara 4.200 millones de euros (700.000 millones de pesetas).

La situación del BBVA no es muy diferente. Tras la fusión, la entidad vasca lanzó el Programa CREA (ver cuadro), que incluye los ejercicios de 2000, 2001 y 2002. En él se estipulan metas para el beneficio, el ahorro de costes, la rentabilidad y la fortaleza de capital. Según este plan, el resultado anual debe crecer a una tasa del 24%, meta superada en el ejercicio pasado, ya que ganó un 27,9% más. Para este año, el BBVA debe ganar 2.767,7 millones de euros (460.503 millones de pesetas) y subir otro 24% en 2002.

Sin embargo, las alegrías con las que se diseñaron estos planes parecen haberse esfumado. Las dos grandes entidades financieras recuerdan que sus programas se condicionaron a un crecimiento sostenido de la economía 'y eso es algo que ahora no se está dando', aseguran en los bancos. Los expertos coinciden en señalar que 'cualquiera de los dos podría cumplir los resultados prometidos con las plusvalías que acumulan en sus balances, pero no tiene sentido vaciarse en estos momentos'.

Con este panorama, los dos grandes bancos estudian contener su expansión en América Latina, a la espera que este continente se estabilice. De todas formas, los analistas recuerdan que SCH y BBVA obtendrán los beneficios anunciados en esta región para 2001 'porque han recortado gastos y han subido los ingresos por comisiones'.

La semana que viene las dos entidades presentarán los resultados ante los analistas y la prensa. El mensaje que preparan las entidades es que ahora la prioridad es 'fortalecer el balance y aumentar las provisiones ante la posibilidad de que lleguen ejercicios más dificiles'. Las claves son ahora 'prudencia y moderación', lo que puede significar que, a corto plazo, los resultados del cuarto trimestre sean más flojos de lo esperado y que en 2001 ambas entidades obtengan beneficios inferiores a los previstos, siempre por debajo al 20%. De esta manera, si la economía se recupera en la última parte del año que viene, la tasa comparativa interanual sería más elevada y presentable ante el mercado.

Otra posibilidad es revisar y recortar la tasa de incremento para el próximo ejercicio, que siempre estará condicionada a lo que finalmente crezca la economía española y mundial.

Con este movimiento, los dos grandes bancos no serían castigados en la Bolsa porque los analistas ya han reducido sus expectativas de beneficios para los próximos meses. Según JP Morgan, tanto el BBVA como el SCH elevarán sus beneficios un 14,2% en 2002, por debajo de las previsiones oficiales de las dos entidades. Morgan Stanley, en línea parecida, cree que el BBVA los elevará un 11,6% y el SCH un 13%; Lehman Brothers sitúa un crecimiento del beneficio neto del SCH en el 12,7% en 2002 mientras que para el BBVA vaticina una caída del 11%.

Otros analistas creen que 'todavía es pronto para hacer estimaciones porque tanto el mercado como los gestores están afectados por la incertidumbre. Hasta enero o febrero no se sabrá el alcance de la crisis y, por lo tanto, las previsiones de futuro'.

Vigilancia

Los banqueros tampoco ocultan que el Banco de España les está 'intentando convencer' de la necesidad de reducir beneficios y aumentar las provisiones y los recursos propios 'por si acaso'. El Banco de España tiene un arma clave en su mano: la autoridad monetaria es la que debe aprobar las prejubilaciones que los dos grandes cargar quieren cargar contra reservas, y hay mucho dinero en juego. Entre los dos bancos se podrían ahorrar más de 721 millones de euros (120.000 millones de pesetas). También se pueden incrementar los planes para cerrar oficinas en España.

El Banco Popular está en la misma línea y reconoce que 'en las actuales circunstancias, no se puede afirmar que en 2002 incrementemos el balance un 20% porque, ante todo, debemos crecer con solvencia'.

Las ambiciosas metas de la bancaEL PAÍS

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