El ayuntamiento de un pueblo de Jaén de 700 vecinos da casa y trabajo a ecuatorianos para repoblar dos aldeas

El Ayuntamiento del municipio de Carboneros (Jaén), ubicado junto a la autovía de Andalucía de la N-IV, se ha propuesto frenar el despoblamiento de sus aldeas con una imaginativa y atractiva oferta dirigida a los inmigrantes ecuatorianos, a los que se ofrece vivienda y trabajo en la agricultura. El proyecto, promovido en colaboración con la Fundación Pablo Olavide, es una imitación de la repoblación que, en el siglo XVIII, llevó a cabo Carlos III con criterios reformistas para crear las Nuevas Poblaciones con colonos procedentes de los países del centro de Europa.

La singular iniciativa...

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El Ayuntamiento del municipio de Carboneros (Jaén), ubicado junto a la autovía de Andalucía de la N-IV, se ha propuesto frenar el despoblamiento de sus aldeas con una imaginativa y atractiva oferta dirigida a los inmigrantes ecuatorianos, a los que se ofrece vivienda y trabajo en la agricultura. El proyecto, promovido en colaboración con la Fundación Pablo Olavide, es una imitación de la repoblación que, en el siglo XVIII, llevó a cabo Carlos III con criterios reformistas para crear las Nuevas Poblaciones con colonos procedentes de los países del centro de Europa.

La singular iniciativa municipal, que ya ha recibido una inyección económica de cuatro millones de pesetas por parte de la Consejería de Gobernación, persigue la repoblación de las aldeas de La Mesa y El Acebuchar, donde la mitad de su población tiene más de 70 años. El alcalde de Carboneros, el socialista Domingo Bonillo, achaca el despoblamiento al rechazo hacia el trabajo en la agricultura. 'Ello conlleva el abandono y deterioro de las viviendas y, de otro lado, un acusado envejecimiento de la población', sostiene el alcalde.

Para el alcalde, la ejecución de este plan daría respuesta a las demandas de vivienda y trabajo de los inmigrantes y también a las de los habitantes de los anejos, centradas en la repoblación y la necesidad acuciante de mano de obra. Aunque el proyecto, denominado Colons, persigue la inserción y promoción social de los inmigrantes en general, finalmente se ha pensado acotar el campo a las familias ecuatorianas para acelerar una mayor integración por la semejanza de culturas, idioma o costumbres. El requisito es que los inmigrantes tengan la documentación legalizada, tengan entre 20 y 30 años y con un número de hijos no superior a dos.

El desarrollo del proyecto empezará con la adquisición y rehabilitación, por parte del Ayuntamiento, de viviendas disponibles en los anejos, que serán adjudicadas en función del número de miembros de las familias. Los nuevos inquilinos pagarán una cantidad simbólica en concepto de alquiler y podrán optar a su compra pasado un plazo. El Ayuntamiento ha cifrado la inversión necesaria en 44 millones, para lo cual va a solicitar también la implicación de la Administración central y otras instituciones públicas.

Los ecuatorianos podrán trabajar en las labores agrícolas que ahora permanecen abandonadas en este municipio de apenas 700 habitantes. Los técnicos que han redactado el proyecto auguran unos resultados positivos desde el punto de vista psicosocial.

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