Terrassa acoge una exposición antológica del artista Eugenio Granell

La exhibición durará hasta el 11 de noviembre

Eugenio Granell (A Coruña, 1912), uno de los últimos representantes vivos del surrealismo, expone su obra en el centro cultural de la Fundación Caixa Terrassa hasta el 11 de noviembre. La exposición antológica, la primera gran exhibición que se dedica en Cataluña al pintor y escultor, recorre la evolución creativa de Granell, un artista que se alejó de las pautas del surrealismo histórico para aportarle un nuevo sello 'profundamente suramericano y muy español', explica Francesc Miralles, comisario de la exposición.

Miralles dice que pretende recuperar con esta exposición a 'un personaje...

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Eugenio Granell (A Coruña, 1912), uno de los últimos representantes vivos del surrealismo, expone su obra en el centro cultural de la Fundación Caixa Terrassa hasta el 11 de noviembre. La exposición antológica, la primera gran exhibición que se dedica en Cataluña al pintor y escultor, recorre la evolución creativa de Granell, un artista que se alejó de las pautas del surrealismo histórico para aportarle un nuevo sello 'profundamente suramericano y muy español', explica Francesc Miralles, comisario de la exposición.

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Miralles dice que pretende recuperar con esta exposición a 'un personaje siempre sugerente y prácticamente desconocido en Cataluña, aunque imprescindible en cualquier colección dedicada al surrealismo europeo'.

Eugenio Granell publicó con apenas 10 años su primera revista, SIR (Sociedad Infantil Revolucionaria). Pasó su juventud estudiando música en Madrid, como violinista, y aumentando su formación humanista en las tertulias que se desarrollaban en la ciudad durante la década de 1930. En esos cafés acabó de fraguarse su compromiso político, primero con el marxismo y luego con el trotskismo, que nunca ha abandonado. La guerra civil le llevó al frente de Aragón, luego tuvo que refugiarse en Barcelona, para comenzar en 1939 un exilio de 46 años que silenció el nombre del artista en España hasta su regreso en 1985.

El peregrinar de Granell por distintos países americanos marca también el inicio de la búsqueda de nuevas formas de expresión artística, como la literatura y, especialmente, la pintura.

Pintor tardío -expone por primera vez un cuadro con 30 años-, realiza con la pintura su gran aportación al surrealismo con colores extremadamente vivos y una temática totalmente distinta a la europea, que hace referencia al mundo que le rodeaba, América. En esta aportación de Granell al movimiento surrealista es donde se detiene especialmente la antológica de Terrassa. Los 38 cuadros, 14 ilustraciones de su libro Isla de Cofre Mítico y las 10 esculturas que componen la exposición hacen un recorrido cronológico por la creación de este surrealista por condición y no por elección, como él se ha definido, que tiene catalogadas más de 5.000 obras. Su hija Natalia Fernández, que dirige una fundación dedicada al artista en Santiago de Compostela, recuerda que el proceso de creación de Granell empieza 'ante el lienzo que comienza a pintar dejándose llevar y sin un objetivo'. 'La obra, para él, no está concluida hasta que ésta le inspira un título', sigue. A juicio de Fernández, los títulos de los cuadros de su padre son como 'auténtica poesía'.

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