Sanz anuncia su disposición a encabezar por tercera vez la candidatura de UPN

Fuertes discrepancias entre Ejecutivo foral y el PSN sobre la fórmula para aislar a Batasuna

Miguel Sanz, manifestó ayer su disposición a ser, por tercera vez consecutiva, el candidato de UPN a la presidencia de la Comunidad foral en las elecciones autonómicas del año 2003. El anuncio de Sanz, realizado en el Parlamento navarro en el transcurso de la primera jornada del debate sobre el estado de la comunidad, contradice anteriores pronunciamientos en los que se mostró partidario de su relevo al frente del Ejecutivo, que lidera desde 1996. UPN y los socialistas mantuvieron un crudo e improductivo intercambio dialéctico a cuenta del aislamiento parlamentario de Batasuna.

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Miguel Sanz, manifestó ayer su disposición a ser, por tercera vez consecutiva, el candidato de UPN a la presidencia de la Comunidad foral en las elecciones autonómicas del año 2003. El anuncio de Sanz, realizado en el Parlamento navarro en el transcurso de la primera jornada del debate sobre el estado de la comunidad, contradice anteriores pronunciamientos en los que se mostró partidario de su relevo al frente del Ejecutivo, que lidera desde 1996. UPN y los socialistas mantuvieron un crudo e improductivo intercambio dialéctico a cuenta del aislamiento parlamentario de Batasuna.

El ofrecimiento de Sanz fue la mayor novedad de un debate caracterizado por las duras acusaciones cruzadas entre UPN y los socialistas sobre el aprovechamiento político de los escaños de Batasuna y propuestas dispares para neutralizar su peso en la Cámara, sobre las que no se alcanzó ningún consenso. El presidente navarro abrió su intervención ensalzando los altos índices socioeconómicos de que Navarra, que la sitúan a la cabeza del bienestar social de España, en palabras de Sanz. Pero pronto aparecieron en el centro del debate las referencias al terrorismo, ETA y Batasuna. Sanz indicó que su disposición a optar a una legislatura más al frente del Ejecutivo, si UPN pone su confianza en él, es para contribuir a la defensa de las libertades y de Navarra como comunidad diferenciada. En este sentido reiteró la 'lealtad constitucional' de su Gobierno y propuso al PSN-PSOE aislar a Batasuna en la medida en que este grupo no condena 'a una banda de criminales que quiere imponer la tiranía del terror a la sombra de un falso conflicto'.

Citando al portavoz socialista vasco Rodolfo Ares, Sanz propuso al PSN 'evitar el apoyo' de Batasuna a la hora de sacar adelante cualquier iniciativa parlamentaria, dado que los votos independentistas están siendo decisivos en las permanentes derrotas del Ejecutivo en la Cámara. El secretario general del PSN, Juan José Lizarbe, recogió el guante y le propuso, para neutralizar el papel de árbitro que ahora tienen los siete escaños abertzales, que el Ejecutivo no remita al Parlamento foral ningún proyecto de ley que no tenga el apoyo de al menos 26 escaños (la mitad más uno de la Cámara) del bloque democrático. En otras palabras, planteó a UPN consensuar todos los proyectos con el PSN. Pero Sanz se resistió a aceptar esa oferta y sólo apuntó el compromiso de remitir iniciativas que cuenten con el beneplácito de un segundo partido 'democrático'. UPN (22 parlamentarios) se garantizaría así la opción de negociar las leyes y los presupuestos de Navarra con el CDN de Juan Cruz Alli (3 escaños), evitando los votos decisivos del PSN.

Con el trasfondo político de las ventajas que unos y otros obtendrían del aislamiento de Batasuna, el enfrentamiento se acentuó y Lizarbe acabó acusando a UPN de intentar anular la legítima tarea parlamentaria de oposición. 'Usted está dando la llave de la política navarra a Batasuna', aseguró Lizarbe. 'Usted sería capaz de cerrar el Parlamento y gobernar por decreto en vez de consensuar con la oposición. Ese sería el mayor éxito de los violentos y de ese nacionalismo vasco que ridiculiza las competencias y la capacidad de esta institución', añadió el líder socialista.

Por su parte, Pernando Barrena rechazó el intento de aislar a Batasuna porque 'sin nuestros votos no hay alternativa posible al fundamentalismo de UPN'. Barrena pidió al PSN que se sume 'a la mayoría social progresista de Navarra' y agregó que Batasuna está dispuesta a contribuir a ella 'aunque nos dejemos en ello muchos pelos en la gatera'.

Los portavoces de IU-EB, EA-PNV y Batzarre criticaron duramente al Gobierno de Sanz por su sumisión a las políticas del PP y pidieron al PSN que no negocie leyes y presupuestos con UPN, sino que contribuya a formar una alternativa progresista de gobierno. Juan Cruz Alli (CDN), pese a sus críticas, se mostró dispuesto a negociar con sus antiguos compañeros de partido.

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