Embestida planificada

Las embestidas de Rodrigo Rato en las dos últimas semanas contra el PSOE no obedecen a un calentón fruto de los rifirrafes parlamentarios, como intentan justificar ahora desde el PP. Rato tenía bien preparada y documentada la réplica a Jesús Caldera, hace una semana, con la acusación de que el PSOE pretendía colocar en esos cargos a ex ministros socialistas incómodos para Zapatero. Aquel día, a la salida del hemiciclo, Caldera se encontró con Rato en los pasillos del Congreso y le admitió el éxito efectista de su oratoria, pero le advirtió de que no pensaba amilanarse y le volvería a interroga...

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Las embestidas de Rodrigo Rato en las dos últimas semanas contra el PSOE no obedecen a un calentón fruto de los rifirrafes parlamentarios, como intentan justificar ahora desde el PP. Rato tenía bien preparada y documentada la réplica a Jesús Caldera, hace una semana, con la acusación de que el PSOE pretendía colocar en esos cargos a ex ministros socialistas incómodos para Zapatero. Aquel día, a la salida del hemiciclo, Caldera se encontró con Rato en los pasillos del Congreso y le admitió el éxito efectista de su oratoria, pero le advirtió de que no pensaba amilanarse y le volvería a interrogar por su responsabilidad política por haber nombrado a varios implicados en el caso Gescartera.

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Rato comenzó a preparar entonces una réplica que dejase patente que él tampoco se acobarda. Y vio la luz cuando los interlocutores del PP le sondearon el jueves pasado sobre la conveniencia de nombrar a Jaime González, ex candidato del PSOE a la Junta de Castilla y León y amigo de Zapatero, para el Consejo Nacional de la Energía, puesto remunerado con entre 18 y 20 millones de pesetas anuales. Rato aceptó con el currículo de González ya en su poder. Pero se quedó con el dato de que es ingeniero agrónomo para intentar descalificarle este miércoles de nuevo sorprendiendo al propio grupo popular.

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