Las estaciones de autobuses y trenes, sin medios para vigilar los equipajes

Los sistemas de control de equipajes son inexistentes en las grandes estaciones de ferrocarril y de autobús españolas, donde cualquier ciudadano puede llevar sus bultos hasta la misma zona de carga sin pasar por un sólo detector de metales. Los responsables de seguridad de algunas de ellas admiten que obligar a pasar todos los equipajes por un escáner 'reduciría enormemente la operatividad' de estos medios de transportes masivos.

La vigilancia de las grandes estaciones de autobuses y trenes está a cargo de la llamada Brigada Móvil del Cuerpo Nacional de Policía. Ésta tiene comisarías en...

Los sistemas de control de equipajes son inexistentes en las grandes estaciones de ferrocarril y de autobús españolas, donde cualquier ciudadano puede llevar sus bultos hasta la misma zona de carga sin pasar por un sólo detector de metales. Los responsables de seguridad de algunas de ellas admiten que obligar a pasar todos los equipajes por un escáner 'reduciría enormemente la operatividad' de estos medios de transportes masivos.

La vigilancia de las grandes estaciones de autobuses y trenes está a cargo de la llamada Brigada Móvil del Cuerpo Nacional de Policía. Ésta tiene comisarías en puntos estratégicos en las terminales especialmente sensibles. Los agentes, dependientes de la Comisaría General de Seguridad Ciudadana, patrullan a pie y de paisano las zonas de tránsito y los andenes, aunque su trabajo fundamental es la prevención de robos, descuidos, tráfico de estupefacientes o el trasiego de inmigrantes irregulares.

La vigilancia estática está en manos de empresas de seguridad privada, como ocurre por ejemplo en la Estación Sur de Autobuses de Madrid. La línea férrea más vigilada es la del AVE. Agentes de paisano viajan en los trenes y, eventualmente, efectúan controles. 'Prácticamente en cada tren van policías, pero no se pueden poner a mirar los equipajes ni tienen ojos de rayos X para detectar armas u otra cosa: funcionan la intuición y la experiencia', asegura el jefe de uno de los grupos de la Brigada Móvil.

Todas las estaciones poseen cámaras de seguridad para controlar quién entra y quién sale, pero los responsables del Ministerio del Interior no están muy convencidos de su efectividad, aunque sí de su capacidad disuasoria para el pequeño delito.

Las cámaras han sido especialmente efectivas en el control de los perímetros fronterizos de Melilla y Ceuta, dos ciudades en las que el aumento de la vigilancia ha sido sensible. Cientos de guardias civiles y policías han reforzado los controles aduaneros y se ha extremado la vigilancia de los pasaportes. El paso desde Melilla con tarjeta con banda metálica y torno se ha suspendido de momento. Igualmente se ha extremado la vigilancia en los barcos que proceden del norte de África, especialmente en la línea entre Orán (Argelia) y Alicante.