Claroscuros en la sanidad andaluza

No ha cumplido año y medio en el cargo y ya ha lanzado más ideas y propuestas para mejorar la sanidad andaluza que alguno de sus predecesores en una legislatura. Al consejero de Salud, Francisco Vallejo, políticos y sindicalistas le llaman 'el mago' o, si le quieren criticar, 'el ilusionista'. Sus críticos más contumaces resumen: 'Vende muy bien los proyectos, pero casi nunca llega a concretarlos'.

Y puede que tengan razón, pero nadie podrá negarle a Vallejo el esfuerzo que está haciendo para modernizar un sector como el sanitario público, que, al ser la primera empresa de Andalucía (76...

No ha cumplido año y medio en el cargo y ya ha lanzado más ideas y propuestas para mejorar la sanidad andaluza que alguno de sus predecesores en una legislatura. Al consejero de Salud, Francisco Vallejo, políticos y sindicalistas le llaman 'el mago' o, si le quieren criticar, 'el ilusionista'. Sus críticos más contumaces resumen: 'Vende muy bien los proyectos, pero casi nunca llega a concretarlos'.

Y puede que tengan razón, pero nadie podrá negarle a Vallejo el esfuerzo que está haciendo para modernizar un sector como el sanitario público, que, al ser la primera empresa de Andalucía (76.464 trabajadores) y gestionar más de 815.000 millones de pesetas al año, representa un volumen importante del PIB de la comunidad. Además, debido a la complejidad del sector y de los cambios continuos que se producen en los procesos terapéuticos, la sanidad pública necesita, permanentemente, reformas si quiere sobrevivir y no ser presa fácil de la iniciativa privada.

La Consejería de Salud ha tenido últimamente aciertos notables, como cuando ha dado su apoyo inequívoco a la gratuidad de la píldora poscoital, o como cuando firmó, en junio pasado, un acuerdo de colaboración con los farmacéuticos para que éstos le ofrezcan al paciente el medicamento más barato posible dentro del abanico de marcas que ofertan un mismo principio activo. También ha sido alabada, en general, la decisión que Salud ha tomado respecto al consumo de tabaco y la demanda que la Junta va a interponer a las tabacaleras. Salud pretende regular la eutanasia pasiva con un decreto que anuncia como 'progresista' y va, asimismo, a prestar atención bucodental a los niños menores de 14 años de forma gratuita. Apenas hace un par de semanas que ha elevado, hasta los diez años, la edad para dispensar, gratuitamente también, la vacuna contra la meningitis C.

Sin duda hay todavía muchas sombras en la sanidad andaluza. Sin embargo, son numerosas las comunidades autónomas que observan con interés como Andalucía es la comunidad que desde hace una década más y mejor controla el gasto farmacéutico; o, como en ese intento por reducir las listas de espera quirúrgica, ha creado una veintena de equipos volantes de cirugía que en apenas 6 meses han realizado ya más de 2.000 operaciones. Esta medida ha sido muy criticada por el PP y, especialmente, por el Sindicato Médico Andaluz (SMA), que la considera 'un retroceso importante' en la calidad asistencial. 'Pero no podemos quedarnos parados. Si no se hace nada, el Sistema Público de Salud de este país, uno de los mejores del mundo, no sobrevivirá', se defiende Vallejo.

La política de personal sigue siendo el talón de Aquiles del SAS. 'Algo que hay que apuntarle en el debe a este consejero', dicen los sindicatos. Los trabajadores sanitarios se quejan de que no se han cumplido aún los acuerdos de 1995, ni el más reciente, firmado hace un año, por el que el SAS se comprometía a aplicar, de forma inmediata, la jornada laboral de 35 horas. Tampoco acaban de llegar los incentivos prometidos por productividad, ni el Plan de Calidad, ni se completa la reforma de Atención Primaria, iniciada hace 15 años. Por el contrario, Salud está haciendo un esfuerzo importante para implantar la telemedicina en toda la red sanitaria, e invirtiendo en tecnología punta para dotar a sus hospitales de las técnicas más avanzadas en diagnóstico. Los PET (Tomografía por Emisión de Positrones) recientemente instalados en hospitales de Granada y Sevilla son un ejemplo.

El decreto de Garantía de Plazo de Respuesta Quirúrgica aprobado por la Junta en su Consejo de Gobierno del martes pasado, 18 de septiembre, es la última pica puesta por Vallejo en la sanidad andaluza. Nadie duda de su gran carga política ni de los muchos riesgos que entraña su aplicación. Quizá por eso ha despertado tanto interés y polémica entre políticos y sindicatos.

'Apuesta arriesgada'

La decisión de Salud de garantizarle a cualquier persona empadronada en Andalucía, previamente apuntada en un registro único de espera quirúrgica, que le intervendrán en un plazo de seis meses, y si se sobre pasa este plazo, la Administración correría con los gastos que ocasionase su operación en una clínica privada, 'es una apuesta arriesgada que no tiene parangón en países de nuestro entorno', dicen en la Consejería.

Hablan los gestores sanitarios de 'un antes y un después' en la sanidad pública, a partir de la plena aplicación del decreto, prevista para dentro de un año. Tal vez no sea para tanto, pero de lo que no cabe duda es de que los trabajadores del SAS van a tener que cambiar de actitud si quieren adaptarse a la nueva situación. Los servicios habrán de coordinarse mejor y los protocolos y criterios que sirven para decidir cuando un enfermo está en situación de operarse, han de unificarse.

La supervivencia de la sanidad pública irá siempre unida a la actitud que respecto a ella y los cambios propuestos mantengan sus profesionales. Juan Carlos Castro, gerente del SAS, lo ve así: 'Los que trabajamos aquí deberíamos mostrar nuestro orgullo por pertenecer a una empresa que se dedica a algo tan importante como es cuidar de la vida y salud de los demás'.