Nuevos proyectos

Washington destina 20.000 millones de dólares para reconstruir la zona siniestrada

Las Torres Gemelas daban su singular perfil a la ciudad de Nueva York y eran la brújula que guiaba a los neoyorquinos perdidos en los cañones urbanos del sur de Manhattan. Muchos comentaban estos días que se sentían perdidos sin poder atisbarlas y saber dónde estaban norte, sur, este y oeste en la ciudad de los rascacielos. Alguien dijo que sin las dos torres, Nueva York es como Filadelfia. Visto así, es probable que siga siéndolo.

Larry Silverstein, el constructor que, al frente de un consorcio, adquirió durante el pasado mes de julio la administración del edificio por un periodo de 99...

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Las Torres Gemelas daban su singular perfil a la ciudad de Nueva York y eran la brújula que guiaba a los neoyorquinos perdidos en los cañones urbanos del sur de Manhattan. Muchos comentaban estos días que se sentían perdidos sin poder atisbarlas y saber dónde estaban norte, sur, este y oeste en la ciudad de los rascacielos. Alguien dijo que sin las dos torres, Nueva York es como Filadelfia. Visto así, es probable que siga siéndolo.

Larry Silverstein, el constructor que, al frente de un consorcio, adquirió durante el pasado mes de julio la administración del edificio por un periodo de 99 años, quiere sustituir las dos torres de 110 pisos, el edificio más alto de la ciudad de Nueva York, por otras cuatro que no superen las 60 plantas.Para la reconstruccion de la zona siniestrada el Gobierno federal ha apartado 20.000 millones de dólares (unos 3,6 billones de pesetas), y el Ayuntamiento de Rudolph Giuliani va a poner en marcha una comisión que proponga medidas para devolver el lustre a una zona devastada por el mayor atentado de la historia. Giuliani mantiene que, se haga lo que se haga, deberá contener un monumento a los miles de víctimas.

La opinión pública se muestra dividida ante las posibilidades para sustituir a los edificios

La polémica está servida

Pasadas las primeras horas del ataque, ya se abrió el debate sobre la reconstrucción. Había quienes proponían dejar el terreno abierto, en línea con el monumento levantado en Oklahoma a los 168 muertos del atentado de 1995, quizá conservando en pie la estructura ojivada que ha quedado de las torres. Y quienes abogaban por una reconstrucción lo más ajustada a la original. La idea que toma cuerpo se queda a medio camino.

'Lo que quieres es un lugar seguro que no tenga pegado el cartel 'Gran Diana', comenta Robert Yaro, director ejecutivo de la Regional Plan Association, una entidad que medió entre los Estados de Nueva York y Nueva Jersey para construir el World Trade Center que en 1972 remataron las dos torres.

'Necesitamos un Christopher Wren moderno', dice Yaro en referencia al arquitecto que levantó en Londres la catedral de San Pablo tras el devastador incendio de 1666.

A nadie se le podían pasar por la cabeza en los años sesenta las mortales consecuencias de un plan urbano que limitaba el tamaño de los edificios vecinos a la mitad de la altura de la torres. Hasta el 11 de septiembre de 2001. 'No me imagino un edificio que sea una copia de lo que fue', dice Silverstein, que está montando un equipo para ver qué hacer, con un proyecto que también debe incluir un monumento a las víctimas.

'No me cabe duda de que vamos a considerar seriamente levantar cuatro torres de entre 55 y 60 plantas', dice el septuagenario constructor. 'Así se evitan los problemas que pudieran surgir para alquilar dos torres de 100 pisos'.

La construción de cuatro torres tendría menos complicaciones técnicas y sería más barata que levantar dos columnas de 100, comenta Silverstein, quien estima que si la construcción de los nuevos edificios comienza dentro de los próximos 12 meses, podrían ser ocupados en el año 2004 o 2005.

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