Maragall reclama estadísticas fiables sobre las balanzas fiscales regionales en España
Presentación de una historia económica regional de España
Catedráticos especialistas en Historia Económica certificaron anoche que en los últimos 25 años ha habido sustanciales cambios en la distribución regional de la producción y de la renta en España. Uno de ellos es el refuerzo de la capitalidad económica de Madrid, aunque Cataluña sigue siendo la primera región industrial. El presidente del PSC, Pasqual Maragall, aprovechó anoche su asistencia a la presentación de la obra Historia económica regional de España. Siglos XIX y XX para reclamar la publicación de estadísticas fiables sobre las balanzas fiscales regionales.
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Catedráticos especialistas en Historia Económica certificaron anoche que en los últimos 25 años ha habido sustanciales cambios en la distribución regional de la producción y de la renta en España. Uno de ellos es el refuerzo de la capitalidad económica de Madrid, aunque Cataluña sigue siendo la primera región industrial. El presidente del PSC, Pasqual Maragall, aprovechó anoche su asistencia a la presentación de la obra Historia económica regional de España. Siglos XIX y XX para reclamar la publicación de estadísticas fiables sobre las balanzas fiscales regionales.
Desde la entrada en funcionamiento del sistema autonómico, las variaciones en la distribución territorial de la producción y de la renta en España han dejado de ser un asunto de interés sólo de especialistas para convertirse en uno de los grandes argumentos del debate político. Maragall se quejó ayer de la ausencia de un sistema estadístico que permita a quienes intervienen en estos debates 'saber qué nos deben o qué debemos'.
El líder socialista comparó la situación en España, donde el Gobierno rechaza la publicación de las balanzas fiscales, con la existente en Alemania. Allí estas cuestiones se discuten, dijo, sobre cifras concretas. Ya sea el billón de pesetas que Alemania aporta para la cohesión social europea, que es el dinero que va a parar a España, ya sean los cinco billones que los länder alemanes más ricos transfieren a los menos desarrollados.
El auditorio ante el que Maragall formuló esta reclamación era excepcionalmente cualificado en estas materias. Los autores de la Historia económica regional de España. Siglos XIX y XX, publicada por editorial Crítica, son reputados especialistas que ayer recibieron el elogio de Jordi Nadal, catedrático emérito de Historia Económica. Uno de los autores, Jordi Maluquer de Motes, explicó en la presentación, celebrada en el Colegio de Periodistas de Cataluña, que desde 1975 ha habido una modificación importante en la distribución de la producción económica. 'El centro ha reequilibrado su peso, gracias al de Madrid, mientras el ángulo noroccidental, Galicia y Asturias, pierde peso y el sur, Andalucía, Murcia y Canarias se alzan como los grandes ganadores', afirmó.
Estas modificaciones 'matizan', dijo, la tesis de Vicens-Vives, que destacaba la concentración de la producción en la periferia y en particular en el Levante peninsular y el valle del Ebro.
Jordi Nadal mostró su satisfacción porque esta obra cubre las lagunas existentes en el estudio dirigido por él y Albert Carreras en 1990. Destacó que pese a las modificaciones en la producción y la renta, y a la extensión de la industrialización, Cataluña sigue siendo la primera región industrial, a la que aporta el 27% del total, y que el segundo puesto corresponde a Valencia.
Aunque en conjunto el crecimiento económico de España ha sido notable desde la década de los sesenta, momento en el que según Nadal se produjo la ruptura con el estancamiento anterior, lo cierto es, señaló, que la convergencia con Europa sigue siendo un objetivo muy distante. La media del PIB por regiones españolas está en el 78% del europeo. Eso es un avance, porque hace 10 años estaba en el 69,8%. Pero no debe llevar a euforias engañosas, porque el nivel actual es el que tenía España hace más de un siglo, en 1883. En la lista de las 206 regiones europeas, las regiones españolas que comprenden cuatro quintas partes del territorio español están situadas todas en el último cuarto, entre las últimas 52. Sólo se salen de este furgón de cola el eje del Ebro, Madrid y Baleares.