Ocupación policial de Tirso de Molina
Domingo 2 de septiembre. Doce de la mañana. La policía forma un cordón en Tirso de Molina desalojando a la gente de la plaza e impidiendo el paso al centro de la misma. Me niego a moverme de la plaza y a que limiten mi libertad de movimientos en un espacio público. La policía arrincona a las gentes que estamos en la plaza y comienza a pedir el DNI. Al primero que se lo piden es a un chico que intenta organizar una recogida de firmas contra las órdenes del delegado del Gobierno. Es una provocación, pero no consiguen calentar los ánimos. Minutos después, un chico intenta leer un comunicado y, al...
Domingo 2 de septiembre. Doce de la mañana. La policía forma un cordón en Tirso de Molina desalojando a la gente de la plaza e impidiendo el paso al centro de la misma. Me niego a moverme de la plaza y a que limiten mi libertad de movimientos en un espacio público. La policía arrincona a las gentes que estamos en la plaza y comienza a pedir el DNI. Al primero que se lo piden es a un chico que intenta organizar una recogida de firmas contra las órdenes del delegado del Gobierno. Es una provocación, pero no consiguen calentar los ánimos. Minutos después, un chico intenta leer un comunicado y, al pronunciar la frase 'la policía nos tiene acordonados', un poli le da un empujón y sus compañeros sustituyen la gorra azul por el casco. Jaleo, pero no pasa nada. Minutos después se organiza una marcha a Lavapiés. Decido ir a comprar el periódico y volver a casa.
12.45. Parada del 26 y el 32. Jacinto Benavente. Me informa un empleado de la EMT de que, por culpa de una manifestación que está cortando el tráfico en Tirso de Molina, no hay servicio. ¿Cortando el tráfico? Discusión en la parada con una agradable señora cuya opinión es que 'tenían que estar todos en la cárcel'; una señora y un joven me apoyan. Decido comprobar por mí misma si el tráfico está cortado en Tirso. Tal y como suponía, en Tirso no pasa nada y los coches particulares transitan sin problemas. Regreso a Jacinto Benavente para informar a la señora y al chico joven de la 'manifestación policial'. El empleado de la EMT, muy amable, me acompaña a informar a los municipales. Respuesta: 'El tránsito de autobuses está cortado en previsión de la carga de los antidisturbios'; otro municipal apostilla 'o de los okupas'. No puedo evitarlo y les pregunto si el objetivo es 'cabrear a los ciudadanos para ponerlos en contra de cualquiera que proteste, ya que su celo en proteger el servicio público es encomiable cuando el tránsito de vehículos particulares por Tirso sí está permitido'. Respuesta: '¿Qué quiere que le diga? Cumplo órdenes'.
13.15. Regreso a Tirso. La policía sigue manifestándose y las paradas del 26 y el 32 están abarrotadas de gente. Informo a los sufridos ciudadanos de que los autobuses dan la vuelta en Atocha porque hay una manifestación cortando el tráfico en Tirso (información oficial). Los atónitos ciudadanos me miran como si estuviera loca, ya que ellos están en Tirso, donde nadie ha cortado el tráfico salvo la policía y sólo a los autobuses. Regreso a casa en el metro. Objetivo cumplido: cabrear a los ciudadanos y criminalizar a los okupas.