VISTO / OÍDO

Esclavitud global

Gran Bretaña fue el primer país en abolir la esclavitud; luego, Francia. El algodón del Sur hundía al de Egipto; la caña de azúcar de Cuba, al azúcar de remolacha. Lo que se debatió en los parlamentos con argumentos de libertad tenía ese fondo, apoyado naturalmente por los humanistas de conciencia. Más tarde, en la década de 1960, se dio la independencia a las colonias porque era más caro sostener los imperios: la mano de obra ya no valía nada, y ya vale menos. Los tontos estábamos todos a la cabeza de la manifestación, exhibiendo la carta de Bandung como documento por las libertades.

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Gran Bretaña fue el primer país en abolir la esclavitud; luego, Francia. El algodón del Sur hundía al de Egipto; la caña de azúcar de Cuba, al azúcar de remolacha. Lo que se debatió en los parlamentos con argumentos de libertad tenía ese fondo, apoyado naturalmente por los humanistas de conciencia. Más tarde, en la década de 1960, se dio la independencia a las colonias porque era más caro sostener los imperios: la mano de obra ya no valía nada, y ya vale menos. Los tontos estábamos todos a la cabeza de la manifestación, exhibiendo la carta de Bandung como documento por las libertades.

El Norte abolió la esclavitud contra el Sur, con larga y crudelísima guerra, apoyado en una teoría de la Declaración de Independencia y de Derechos del Hombre, con una premisa económica de su nuevo capitalismo frente a la vieja aristocracia: es más barato el trabajo pagado que el esclavista. Consiste en dar salarios de subsistencia pequeños y promesas de ascenso y grandeza. Ganó, y lo ha perfeccionado. Muchos están por debajo del salario de subsistencia, aquí mismo: se han endeudado por tantos años como pueden vivir, pero son felices, con sensación de libertad y de propiedad. No pueden dejar de trabajar un solo día, y tienen miedo a la contención de salarios, la inflación, los contratos de menos duración que los pagarés.

Toda esta historia es de libro, y no de las líneas de una columnita trasera. No sé si esos libros se venden todavía, o si alguien los quiere comprar; no veo que los artículos largos y delanteros lo expliquen. Todo lo que ha pasado en Durban es eso. Miran la esclavitud como pasado, cuando aún existe, para dar mejor imagen de los países libres; y para envolver el sionismo, que es otra cosa. Qué más quisieran los africanos que ser llevados como esclavos antiguos: mejor que morir y ver morir a sus hijos entre moscas como Parcas. Ofreciéndose, mueren en las fronteras de agua, para que les demos trabajo esclavista, en barracones podridos y con salarios por debajo de la subsistencia. Como quería Lincoln, tan bueno.

Durban, las dos conferencias, es un episodio de la globalización. Cuando Estados Unidos se marchó es porque lo vio así, y vio atacado a Israel, que es un fortín frente a los pueblos árabes, ayudado por el islamismo que impide otras soluciones. La primera guerra de este siglo (empezó a la caída de la URSS) es la de contención de los países pobres. El nombre de globalización es lo de menos.

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