Un censo de las casas abandonadas
- Ignorancia. 'Les telefoneo con la intención de denunciar un hecho cada vez más frecuente en la noche madrileña', dice Cosme. 'Consiste en que la gente joven aquí ya no sabe comunicarse mediante la palabra, sino únicamente mediante el grito. Es inadmisible', agrega, 'el volumen de las voces que la gente da en plena calle y en plena noche'.
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- Ignorancia. 'Les telefoneo con la intención de denunciar un hecho cada vez más frecuente en la noche madrileña', dice Cosme. 'Consiste en que la gente joven aquí ya no sabe comunicarse mediante la palabra, sino únicamente mediante el grito. Es inadmisible', agrega, 'el volumen de las voces que la gente da en plena calle y en plena noche'.
- Pido una reparación. 'Exijo una reparación a una subcontrata del Ayuntamiento', plantea Jaime, 'porque, a consecuencia del estado en el que se hallaba la acera de la calle de José Martínez de Velasco, en el barrio de la Estrella, he sufrido un esguince que me ha truncado todo el verano, impidiéndome disfrutar de mis vacaciones', se queja.
- Una faena. 'Me parece una faena que la piscina olímpica de la Comunidad de Madrid, donde se celebraron los mundiales de natación, se cierre el 31 de agosto', lamenta Rosa María. 'No veo por qué razón hay que adelantar tanto su cierre cuando aún quedan 20 días para la finalización del verano. Supongo que, como siempre, serán problemas administrativos los causantes del cierre prematuro', admite. 'Pese a ello, por mucho que los empleados hablen de las dificultades para programar el nuevo año, los nuevos abonos y cursos, recuerdo a los responsables de la Comunidad que existe la informática y cualquier problema administrativo debería ser resuelto sin dificultades'.
- Sin delicadeza. 'Me parece una falta de delicadeza hacia los enfermos que los departamentos de algunas enfermedades que exigen tratamiento sean ubicados, en muchos hospitales privados y públicos, junto a los velatorios', protesta Marina.
- Da gusto. 'Da gusto tratar ahora con las personas que regresan estos días de vacaciones', comenta Marta. 'Como la gente viene descansadita, se comporta con mucha más amabilidad, y es de agredecer en una ciudad como Madrid, donde la gente vive muy crispada'.
- 'Dazibaos'. 'El fin de las vacaciones equivale a una especie de Año Nuevo', reflexiona Clemente. 'Por ello, propongo que nos hagamos todos un buen propósito de enmienda y en dazibaos sobre las paredes escribamos, en papeles reciclables, claro, nuestros mejores deseos para el nuevo curso; por ejemplo, ser más comprensivos con los demás, emplear menos el automóvil, no gritar, olvidar la prisa, evitar el ruido y propósitos de ese tenor'.
- Que se tomen la molestia. 'Me gustaría mucho que algún político profesional de la vida municipal -concejales, por ejemplo- se tomara la molestia de encargar la realización de un censo de casas abandonadas y la sometiera a la consideración de la ciudadanía', propone Jacinto. 'De esa forma nos daríamos cuenta de lo injusto que resulta el sistema de propiedad y lo justo de muchas de las reivindicaciones de los okupas', añade.
- Contracorriente. 'Poca gente es capaz de ir contra la corriente', señala una ciudadana de nombre Adelina. 'Por ello, me resulta muy valiente y simpática la gente que no se deja contagiar por la irracionalidad de los forofos del fútbol y mantiene el tipo, es decir, la dignidad, ante las numerosas manifestaciones deportivas masivas cuyos incivilizados efectos los madrileños sufrimos con cada victoria futbolera y que, con certeza, sufriremos este nuevo curso', augura.
- La causa de la desmotivación. 'Se dice que los jóvenes madrileños se encuentran muy desmotivados', comenta una señora de edad, 'y yo me pregunto cómo no van a estarlo, cuando tan pocos educadores de la enseñanza privada y pública se toman con interés a sus alumnos. Entiendo', dice, 'que resulta muy difícil dedicar a cada chico o chica una atención particular, pero en mi dilatada vida profesional como enseñante he visto que únicamente los alumnos que reciben un plus de atención por parte de sus padres o de sus maestros alcanzan una existencia feliz', indica esta mujer.
- Añoranza. 'Les telefoneo desde el paseo de la Castellana', explica una señora que asegura ser vecina de la zona, 'para decirles que, aunque pueda parecer lo contrario, echo de menos a los trabajadores de Sintel acampados en el bulevar, por su presencia humana, por su capacidad para sonreír durante meses ante la adversidad y por su valor en la lucha por conseguir justicia para su causa'.
- Clave electoral del PP. 'Hasta que los inmigrantes que se establecen en Madrid y aquí trabajan, crecen y malviven sean dotados del derecho al voto, vamos a tener Partido Popular para rato', prevé un lector que dice llamarse Miguel Ángel. 'Ahí reside la razón por la cual sigue ganando el PP las elecciones: porque los jóvenes madrileños, votantes de la izquierda, emigran fuera, y a los inmigrantes no se les permite votar', concluye.