El desplome del dólar lleva al euro a su nivel más alto en cinco meses

El FMI afirma que la debilidad de la divisa de EE UU se acentuará

El dólar atraviesa una fase de turbulencias y muestra signos de debilidad. El informe del FMI sobre la economía estadounidense, publicado el martes, concluye que el déficit de la balanza por cuenta corriente, cada vez mayor, y la desaceleración del crecimiento serán las principales causas de la depreciación del dólar ante las monedas europea y japonesa, las otras dos divisas de referencia del mundo.

En cuanto se conoció el informe, los inversores abandonaron rápidamente el dólar como moneda refugio y la divisa estadounidense se derrumbó a su nivel más bajo en cinco meses respecto al eur...

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El dólar atraviesa una fase de turbulencias y muestra signos de debilidad. El informe del FMI sobre la economía estadounidense, publicado el martes, concluye que el déficit de la balanza por cuenta corriente, cada vez mayor, y la desaceleración del crecimiento serán las principales causas de la depreciación del dólar ante las monedas europea y japonesa, las otras dos divisas de referencia del mundo.

En cuanto se conoció el informe, los inversores abandonaron rápidamente el dólar como moneda refugio y la divisa estadounidense se derrumbó a su nivel más bajo en cinco meses respecto al euro, el yen y el franco suizo. La moneda europea llegó a cotizar a 0,9144 dólares. Sin bien el euro venía paulatinamente recuperando terreno frente al dólar desde principios de julio, el informe del FMI afianzó la recuperación de la moneda única. Frente al yen, la moneda estadounidense cotizó a 119,4 yenes, bastante por debajo de la media de 125 yenes por dólar que se registró la semana pasada. La peseta cotizó a 183 por dólar.

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La caída de la divisa fue tan abrupta, que el Departamento del Tesoro se vio obligado a emitir un comunicado en el que declaraba que el Gobierno seguía creyendo en la necesidad de mantener un dólar fuerte, lo que insufló un poco de aire a la divisa en la sesión de ayer.

Las dudas, sin embargo, permanecen. Las grandes corporaciones llevan semanas presionando al secretario del Tesoro, Paul O'Neill, un hombre de perfil muy bajo y escasas convicciones en materia de política monetaria, para que impulse un deslizamiento del dólar, lo que a corto plazo animaría las exportaciones. Un dólar débil, por otra parte, aumentaría la inflación, disminuiría el poder adquisitivo de los consumidores y haría muy improbables nuevas reducciones en los tipos de interés. Se espera que Alan Greenspan, el presidente de la Reserva Federal, recorte aún más los tipos la semana próxima. En lo que va de año, el tipo de referencia ha bajado del 6,5% al 3,75%.

Algunos analistas consideran que la aparente fragilidad del dólar es un fenómeno pasajero. 'En verano se reduce la actividad de los mercados financieros, lo cual reduce a su vez los flujos de capitales hacia EE UU y el dólar pierde apoyo', comentó Ian Stannard, de BNP Paribas. 'No creo que la administración de Estados Unidos quiera encontrarse, a la vez, con una economía débil y una divisa débil; harán lo posible por mantener alto el dólar', pronosticó a su vez Peter Dixon, de Commerzbank. No obstante, algunos analistas europeos no comparten estas opiniones y ya predicen que las dos divisas pueden estar en la paridad a comienzos de 2001, cuando los billetes de euro empiecen a circular en Europa.

Satisfacción de Prodi

El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, afirmó ayer que la entrada en circulación del euro ayudará a su revalorización. Prodi, que pasa sus vacaciones en Italia, declaró a la RAI que 'no hace apuestas ni previsiones sobre la moneda'. No obstante, el presidente de la Comisión no pudo contener su satisfacción: 'La debilidad del euro había llegado a límites irracionales y, según nos acercamos a tener en la mano la moneda real, más lógica es la relación con el dólar'.

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