OPINIÓN DEL LECTOR

¿Qué pasaría, señor alcalde, si...?

Me pregunto qué me pasaría si fuera a diario varias veces a la calle del señor alcalde de Madrid, me sentase en su portal, me fumase unos chinos y me pusiera unos picos en compañía de unos coleguillas. Cuando hubiésemos terminado, orinaríamos, vomitaríamos y defecaríamos in situ y nos marcharíamos dejando en el portal el papel aluminio quemado, las chutas sanguinolentas y los restos de papelinas.

Qué sería de mí si montase en la calle del señor Álvarez del Manzano un servicio de kunda para llevar y traer de vuelta de Las Barranquillas a t...

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Me pregunto qué me pasaría si fuera a diario varias veces a la calle del señor alcalde de Madrid, me sentase en su portal, me fumase unos chinos y me pusiera unos picos en compañía de unos coleguillas. Cuando hubiésemos terminado, orinaríamos, vomitaríamos y defecaríamos in situ y nos marcharíamos dejando en el portal el papel aluminio quemado, las chutas sanguinolentas y los restos de papelinas.

Qué sería de mí si montase en la calle del señor Álvarez del Manzano un servicio de kunda para llevar y traer de vuelta de Las Barranquillas a todos los drogodependientes que estuvieran esperándome por los alrededores a cambio de mi dosis, que me pondría con ellos en el portal antes citado, increpando a los vecinos que entrasen y saliesen del edificio por las molestias que nos causasen al tenernos que levantar para dejarles entrar o salir.

Qué me ocurriría si montase en los bajos de su casa un club de alterne y un after que tuvieran sus aceras todo el día y toda la noche llenas de borrachos y colocados que orinasen, vomitasen y defecasen en aceras, calzadas y entre los coches y contenedores multicolores instalados para la cosa del muy higiénico reciclaje.

Qué sucedería si me instalase en el edificio contiguo de nuestro edil con unos compañeros acogidos e hiciese vida de calle, sacando unas sillas y mesitas y organizando ágapes acompañados de abundantes litronas, que terminaríamos haciendo añicos, al más puro estilo ruso, dejando cristales y orines en el entorno del contenedor verde; bolsas, envases punto verde y vómitos, cerca del contenedor amarillo, y papel cartón y defecaciones, al lado del contenedor azul.

Qué pensarían de mí don José María Álvarez del Manzano y sus vecinos si, dado el panorama antes descrito, fuera yo el alcalde y decidiese suspender el suministro de agua del alcantarillado público todos los años durante los meses de estío y no enviase camiones de riego a su calle durante semanas, con la consiguiente acumulación de olores de letrina.

Apelo a la sensibilidad de nuestros munícipes, que tanto empeño ponen en mantener nuestro Madrid limpio y floreado, y que su sensibilidad alcance también su pituitaria, si es que alguien se molesta en pasar por la calle de Caballero de Gracia, entre las calles de la Montera y Peligros, y una vez allí se atreve a respirar hondo, apenas a cien metros de la Puerta del Sol y la calle de Alcalá.

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Señor director: si no hay concejales de seguridad ciudadana, sanidad y limpieza, que los pongan, y si los hay, que los destituyan.

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