Valdebernardo espera desde hace cinco años un centro de salud y escuelas infantiles públicas

PSOE y vecinos denuncian la falta de equipamientos en el barrio, que tiene 20.000 habitantes

Valdebernardo (distrito de Vicálvaro, donde finaliza el término municipal de Madrid) empezó a funcionar a mediados de los años noventa con unas 6.000 viviendas (18.000 habitantes). El barrio fue diseñado durante el mandato del socialista Joaquín Leguina al frente del Gobierno regional, en colaboración con las cooperativas PSV y Vitra.

Allí fueron a vivir, sobre todo, parejas jóvenes y con hijos, que esperaban que, tal y como estaba diseñada la zona, en poco tiempo empezaran a funcionar un centro de salud, un centro cultural, un polideportivo, un centro para mayores y una escuela infanti...

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Valdebernardo (distrito de Vicálvaro, donde finaliza el término municipal de Madrid) empezó a funcionar a mediados de los años noventa con unas 6.000 viviendas (18.000 habitantes). El barrio fue diseñado durante el mandato del socialista Joaquín Leguina al frente del Gobierno regional, en colaboración con las cooperativas PSV y Vitra.

Allí fueron a vivir, sobre todo, parejas jóvenes y con hijos, que esperaban que, tal y como estaba diseñada la zona, en poco tiempo empezaran a funcionar un centro de salud, un centro cultural, un polideportivo, un centro para mayores y una escuela infantil. Pasaron los años y ninguno de estos edificios empezó a construirse. Mientras los solares dedicados a equipamiento continuaban vacíos, las constructoras empezaron a levantar nuevos bloques de viviendas en el barrio y llegaron nuevos vecinos.

Ahora, en el barrio viven 20.000 personas y el número de vecinos sigue creciendo. Pero los bloques de ladrillo no han dejado sitio para los equipamientos. 'Las cosas que necesita la zona no se han realizado al ritmo que ha ido creciendo el barrio', denuncia Isabel Vilallonga, del PSOE. El grupo municipal socialista y los vecinos reclaman, entre otras cosas, que Valdebernardo tenga un centro de salud. 'Estaba previsto que lo inauguraran este verano, pero aún no lo han construido', señala Vilallonga. Tampoco hay centro cultural, para el que en 1999 se destinó una partida de 100 millones. Pero las grúas todavía no han aparecido en el solar destinado para el centro. Lo mismo pasa con el centro de mayores, con una partida presupuestaria de 265 millones, y con el polideportivo, por importe de 500 millones. Y también con las escuelas infantiles públicas, que todavía no han sido implantadas en el barrio. 'La mayoría de los vecinos son matrimonios jóvenes con hijos. La única opción que tienen es llevar a los niños a escuelas infantiles de otros barrios, que están saturadas, o a guarderías privadas', afirma Vilallonga.

Con la falta de equipamientos, los vecinos de Valdebernardo sienten que les falta algo. 'La gente no puede vivir en la calle, es una zona carente de vida', afirman los residentes. Los vecinos y el PSOE denuncian que, además, parcelas de suelo terciario (terreno que tiene que estar dedicado a oficinas) han sido recalificadas por el Ayuntamiento para construir nuevos bloques de viviendas. 'Queremos que la gente tenga también la oportunidad de trabajar en el barrio, pero si ni siquiera dejan que se construyan oficinas, al final, Valdebernardo se está convirtiendo en una ciudad-dormitorio', explica Vilallonga. La edil socialista señala que Vicálvaro, donde está ubicado Valdebernardo, es uno de los distritos de Madrid con mayor tasa de paro.

El Parque Biológico, inaugurado el pasado 9 de julio, ha traído, en teoría, vida al barrio. Aunque los residentes reconocen que este parque temático es positivo para Valdebernardo, creen que antes hay otras prioridades. 'Me parece muy bien el Parque Biológico, pero es una cosa que la vamos a utilizar tres o cuatro veces en la vida. En cambio, aquí seguimos sin tener búho [autobús nocturno], que es algo bastante más primordial', afirma Juan Serrano, presidente de la asociación de vecinos La Concordia de Valdebernardo. Además, según los vecinos, los accesos al Parque Biológico son bastante 'complicados'. 'No llega ningún autobús. Desde el metro hay un paseo de media hora. No hay salida desde las instalaciones a la M-40 en sentido norte, sino que hay que atravesar el barrio, con todos los problemas que eso acarrea', denuncia Serrano.

Para los vecinos, los principales problemas de Valdebernardo son la acción especulativa de las inmobiliarias, la saturación de los espacios edificables, la distancia a otros barrios y la escasez del transporte público. Unas carencias que han hecho que algunos residentes llamen a Valdebernardo el Far West (el Lejano Oeste, aunque el barrio está en el este de la región).

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