Los destrozos obligan a mantener desalojado el edificio donde una etarra murió en una explosión

La potencia de la explosión del artefacto manipulado por la presunta activista de ETA Olaia Castresana, que resultó muerta, fue de tal calibre que la vivienda (un apartamento de la planta segunda del bloque Pompeyo I de la urbanización) se derrumbó por completo: sólo quedaron en pie los pilares del apartamento. Además, otras dos viviendas contiguas, dos superiores y una inferior, sufrieron daños de consideración. El resto de desperfectos de la onda expansiva se redujo a roturas de cristales y pequeñas grietas en al menos otra decena de apartamentos.

Ayer, los propietarios afectados, apa...

La potencia de la explosión del artefacto manipulado por la presunta activista de ETA Olaia Castresana, que resultó muerta, fue de tal calibre que la vivienda (un apartamento de la planta segunda del bloque Pompeyo I de la urbanización) se derrumbó por completo: sólo quedaron en pie los pilares del apartamento. Además, otras dos viviendas contiguas, dos superiores y una inferior, sufrieron daños de consideración. El resto de desperfectos de la onda expansiva se redujo a roturas de cristales y pequeñas grietas en al menos otra decena de apartamentos.

Ayer, los propietarios afectados, aparte de recuperarse de la tensión y nervios de la explosión, iniciaron los primeros trámites para evaluar los daños y solicitar las correspondientes ayudas. 'Sentí como el cielo se me venía encima', comentó Concha García, una vecina. 'Mi hijo voló cuatro metros, desde el dormitorio hasta el salón, por suerte sólo se hizo una pequeña brecha en la cabeza', añadió.

Los afectados -unas 50 personas- que fueron alojadas en la noche del martes en holetes de Torrevieja volvían, de dos en dos, a sus domicilios para relizar un primer reconocimiento de los daños sufridos en sus viviendas y recoger algunos enseres de primera necesidad. 'Nos han dicho que entremos de dos en dos y cojamos lo imprescindible, o sea ropa y dinero, porque igual tenemos que pasar esta noche [por la de ayer] en el hotel', dijo Alfonso, residente en la urbanización desde hace diez años. Este vecino aseguró que conoce desde entonces a la familia de Anartz Oiarzabal -que huyó de Torrevieja tras la deflagración en el piso que ocupaba con Castresana-, propietaria del apartamento donde se registró la explosión. 'Este año, todavía no habían venido [los padres]. El verano pasado estuvieron aquí todo el mes de septiembre', añadió.

Los inquilinos afectados por el siniestro expresaron, en principio, y a la espera de conocer los daños definitivos, su satisfacción por la actuación del Ayuntamiento, informa Pilar Girona. El alcalde visitó ayer a las seis familias cuyas casas han sufrido mayores desperfectos, y les comunicó la disposición de tramitar ante el Ministerio del Interior las peticiones de las correspondientes subvenciones para realizar los arreglos necesarios.

Tras la explosión, el presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, ha hecho un llamamiento a la serenidad y tranquilidad. 'Es necesario no colaborar con los asesinos y terroristas y sus fines y objetivos', dijo. Por su parte, el secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, insistió en la colaboración ciudadana 'para que los terroristas no puedan ver cumplidos sus deseos'. Mientras, Joan Ribó, coordinador general de EU, expresó su preocupación porque 'la Comunidad puede estar en el punto de mira de ETA'.